Se ha descubierto que gracias a una proteína de nuestro organismo, los humanos al igual que las salamandras somos capaces de regenerar tejidos. Este hecho podría suponer renovar cartílagos en las articulaciones afectadas por la osteoartritis o artrosis, evitando así la dolencia de estas enfermedades, como afirma un artículo publicado por la revista Science Advances.
Un equipo científico de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte (EEUU) afirma que aunque el humano no es capaz de regenerar a la perfección una extremidad de su cuerpo como la salamandra lo hace con su cola, este hallazgo podría conducir a tratamientos para la osteoartritis, común en mujeres de edades avanzadas y que lleva a la pérdida de cartílagos en las articulaciones y la deformación de huesos. Creen que un entendimiento de esta capacidad regenerativa en los humanos similar a la de las salamandras podría proporcionar la base para reparar los tejidos de las articulaciones y posiblemente miembros humanos completos.
Pero las proteínas presentes en las distintas zonas del cuerpo no son de la misma edad, por ejemplo en el tobillo encontramos cartílago mucho más joven que en la rodilla o en la cadera. Por ello los científicos han diseñado un método para determinar la edad de las proteínas, usando los "relojes moleculares" internos de los aminoácidos. Estos se convierten de una forma a otra con una regularidad predecible, gracias a la espectrometría de masas, una técnica que identifica cuándo las proteínas del cartílago de una célula son jóvenes, adultas o viejas.
Esta biomolécula de la que hablamos se denomina microRNA y la encontramos en nuestro organismo en pequeñas cantidades. Pero aún así su función es fundamental ya que consiste en regenerar o reconstruir las proteínas del tejido gracias a un sistema de rotación: las viejas o dañadas desaparecen y nacen unas nuevas.
Mientras que las proteínas recién creadas tienen pocas o ninguna conversiones de aminoácidos, las más viejas tienen muchas.
Por tanto se piensa que es posible inyectar más moléculas microRNA para estimular la reparación natural del cartílago humano.
Los investigadores afirman que fue extraordinario descubrir que los reguladores de la regeneración de la cola de la salamandra fueran también, los encargados de reparar tejidos en las articulaciones humanas.
Fuentes: El País, Televisa.news
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