Unos científicos de la Universidad de California han hecho un gran descubrimiento. Bloqueando la actividad de solo una enzima se puede evitar que el cáncer de mama común se propague a órganos de cualquier parte del cuerpo generando metástasis. Este es un importante avance para la inmunoterapia en el futuro. Todo comenzó mientras se estudiaba un ratón con un cáncer de igual características que el cáncer de mama humano en una etapa temprana. Encontraron una enzima que estaba presente en todos lados al mismo tiempo llamada MMP9, siendo esencial a la hora de promover la metástasis del cáncer ayudando a crear un ambiente adecuado para que las células cancerígenas formen nuevos tumores.
"La metástasis es el mayor obstáculo cuando se quiere tratar con éxito el cáncer de mama y los tumores sólidos en general. Una vez que el cáncer se vuelve metastásico, realmente no hay cura, y la única opción es manejarlo como una enfermedad crónica" -explica Vicki Plaks, profesora del Departamento de Ciencia Orofaciales de la UCSF. El nuevo estudio mostraba que al administrar un anticuerpo que se dirige únicamente a la enzima MMP9 se irrumpía la actividad y se pudo evitar que el cáncer se propagara por el resto de órganos de los ratones. Curiosamente solo interfirió con el MMP9, ya que no tuvo ningún efecto sobre el tumor primario. Así dedujeron que la enzima no promovía el crecimiento del tumor primario.
Se sabía ya que MMP9 estaba involucrado en el cáncer, específicamente en la remodelación de la matriz extracelular para construir nichos idóneos para los tumores, pero no se había explorado su papel en las primeras etapas hasta ahora.
"Lo que distingue a nuestro estudio de los antes realizados es que elegimos centrarnos en procesos que alteran el tumor y el microambiente metastásico desde el principio. Este enfoque nos permitió mostrar que MMP9 realmente importa en las primeras etapas", explica Mark Owyong coautor principal de este estudio. Al examinar publicaciones de biopsias clínicas de cáncer de mama notaron que los niveles de MMP9 estaban elevados en la enfermedad metastásica.
En ratones con cáncer de mama temprano en el que el gen MMP9 había sido eliminado, hubo una reducción muy notable en el tamaño de los tumores metastásicos de pulmón, aunque no tuvo ningún efecto sobre el tumor primario de tejido mamario. Resultados similares se obtuvieron al inyectar anticuerpos del MMP9. También descubrieron que intervenir con la actividad de MMP9 ayudó a activar células que combaten el cáncer de mama en estos sitios que no son tumores primarios.
Viendo los resultados obtenidos, si combinan la inmunoterapia con los anticuerpos de la actividad de MMP9, se podría tener mayor éxito a la hora de tratar a los pacientes con cánceres de mama metastásticos.
Fuentes: Deia, Fanpage.
"La metástasis es el mayor obstáculo cuando se quiere tratar con éxito el cáncer de mama y los tumores sólidos en general. Una vez que el cáncer se vuelve metastásico, realmente no hay cura, y la única opción es manejarlo como una enfermedad crónica" -explica Vicki Plaks, profesora del Departamento de Ciencia Orofaciales de la UCSF. El nuevo estudio mostraba que al administrar un anticuerpo que se dirige únicamente a la enzima MMP9 se irrumpía la actividad y se pudo evitar que el cáncer se propagara por el resto de órganos de los ratones. Curiosamente solo interfirió con el MMP9, ya que no tuvo ningún efecto sobre el tumor primario. Así dedujeron que la enzima no promovía el crecimiento del tumor primario.
Se sabía ya que MMP9 estaba involucrado en el cáncer, específicamente en la remodelación de la matriz extracelular para construir nichos idóneos para los tumores, pero no se había explorado su papel en las primeras etapas hasta ahora.
"Lo que distingue a nuestro estudio de los antes realizados es que elegimos centrarnos en procesos que alteran el tumor y el microambiente metastásico desde el principio. Este enfoque nos permitió mostrar que MMP9 realmente importa en las primeras etapas", explica Mark Owyong coautor principal de este estudio. Al examinar publicaciones de biopsias clínicas de cáncer de mama notaron que los niveles de MMP9 estaban elevados en la enfermedad metastásica.
En ratones con cáncer de mama temprano en el que el gen MMP9 había sido eliminado, hubo una reducción muy notable en el tamaño de los tumores metastásicos de pulmón, aunque no tuvo ningún efecto sobre el tumor primario de tejido mamario. Resultados similares se obtuvieron al inyectar anticuerpos del MMP9. También descubrieron que intervenir con la actividad de MMP9 ayudó a activar células que combaten el cáncer de mama en estos sitios que no son tumores primarios.
Viendo los resultados obtenidos, si combinan la inmunoterapia con los anticuerpos de la actividad de MMP9, se podría tener mayor éxito a la hora de tratar a los pacientes con cánceres de mama metastásticos.
Fuentes: Deia, Fanpage.
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