Un niño de siete años fue admitido en un hospital de Alemania para investigar el tipo de piel mariposa que tenía, había perdido la capa superior de la piel en el 60% de su cuerpo , los médicos sabían que no eran quemaduras si no que sufría una condición genética llama epidermólisis ampollosa o piel de mariposa ya que el tejido sufre úlceras y puede desprenderse al menor contacto (piel sensible).
La situación del chico empeoró al sufrir una infección por la superficie descubierta.La piel de mariposa que padece el niño se debe a una mutación que le impide producir la proteína laminina 5, encargada de unir la Dermis y la Epidermis, las capaz más externas de la piel.
Está técnica se basa en tomar una biopsia de piel y trasmitir las células con un retrovirus que contenga una versión corregida del gen defectuoso causante de la enfermedad. El gen viral se inserta en el genoma de las células, que son capaces de producir laminina 5 sin problemas, luego cultivan la biopsia, hasta tener la piel tratada y que se pueda trasplantar al paciente correctamente.
Uno de los riesgos es la inserción de genes virales en células por qué al no ser manejado el gen puede acabar en cualquier lugar dentro de los cromosomas. Las interacciones con genes son aleatorias y pueden tener consecuencias inesperadas. Por este motivo los investigadores solo habían probado con superficies pequeñas de células y a este niño le faltaban dos tercios de la piel.
Así que los científicos le tomaron la biopsia de una zona que no tuviera heridas y con ese tejido lo cultivaron hasta obtener casi un metro cuadrado de piel sana y después de que los científicos se aseguraran de que el gen viral no se había insertado en regiones de ADN asociadas al cáncer de piel, los cirujanos cubrieron el 80% del cuerpo del niño con su epidermis nueva, en varias operaciones a lo largo de unos meses.
Los investigadores han estado siguiendo con interés la evolución de la piel querían saber si todas las células trasplantadas se regeneran por igual.
Está técnica se basa en tomar una biopsia de piel y trasmitir las células con un retrovirus que contenga una versión corregida del gen defectuoso causante de la enfermedad. El gen viral se inserta en el genoma de las células, que son capaces de producir laminina 5 sin problemas, luego cultivan la biopsia, hasta tener la piel tratada y que se pueda trasplantar al paciente correctamente.
Uno de los riesgos es la inserción de genes virales en células por qué al no ser manejado el gen puede acabar en cualquier lugar dentro de los cromosomas. Las interacciones con genes son aleatorias y pueden tener consecuencias inesperadas. Por este motivo los investigadores solo habían probado con superficies pequeñas de células y a este niño le faltaban dos tercios de la piel.
Así que los científicos le tomaron la biopsia de una zona que no tuviera heridas y con ese tejido lo cultivaron hasta obtener casi un metro cuadrado de piel sana y después de que los científicos se aseguraran de que el gen viral no se había insertado en regiones de ADN asociadas al cáncer de piel, los cirujanos cubrieron el 80% del cuerpo del niño con su epidermis nueva, en varias operaciones a lo largo de unos meses.
Los investigadores han estado siguiendo con interés la evolución de la piel querían saber si todas las células trasplantadas se regeneran por igual.
Fuente: EL PAIS
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