ADIÓS PLÁSTICO

En el mundo hay más de 3,8 millones de especies de hongos, y solo 144.000 son estudiados en el informe. Estos podrían ser la clave para acabar con la gran cantidad de plástico que vertemos en los océanos y la cantidad de este que se acumula en todos los vertederos del mundo.

Un nuevo estudio publicado por un equipo de más de 100 científicos de 18 países documenta que ciertos tipos de estos organismos degradan con éxito el poliuretano en cuestión de semanas, y no décadas, como tomaría de forma natural.

Un tipo de hongo llamado Aspergillus tubingensis se presentó en el informe State of the World’s Fungi 2018.

Sus propiedades ayudan a acelerar el deterioro de las moléculas de plástico, y además, tiene potencial para convertirse en una de las herramientas que se necesitan desesperadamente para abordar el creciente problema medioambiental de los residuos plásticos“.

Según los científicos, el hongo tiene la capacidad de crecer directamente en la superficie de los plásticos, donde rompe los enlaces químicos entre las moléculas plásticas. Armado con una enzima única, podrían proporcionar una solución a la creciente crisis de los residuos plásticos.  

También se documentó que los hongos son recomendables para producir materiales de construcción sostenibles y capaces de eliminar los contaminantes del suelo y las aguas residuales. Mientras que el plástico generalmente tarda años en degradarse, el hongo, que se descubrió por primera vez creciendo en un vertedero pakistaní en 2017, podría hacer posible descomponer los plásticos en semanas.

Ilia Leitch, científica de Kew Botanical Gardens, la entidad inglesa líder del informe “El Estado Mundial de los Hongos”, aseguró que otros tipos de hongos y microorganismos están siendo investigados por su potencial para degenerar diferentes tipos de plásticos y explica que “si se puede entender como estos organismos funcionan y cuáles son las condiciones óptimas para descomponer este material, se podrá incluso aumentar la velocidad”.

Pero según el Programa de la ONU para el Medio Ambiente existe una creciente evidencia de que el cambio climático está afectando los rangos de especies y biodiversidad en formas que aún no son comprensibles. Los hongos también están bajo amenaza, particularmente en áreas de latitudes altas donde las temperaturas promedio continúan aumentando, como el Ártico. Estos cambios ya están afectando la reproducción de hongos, las distribuciones geográficas y la actividad, con posibles efectos en cadena para nuestros ecosistemas.

Fuentes: ONU, ECOinventos

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