LA PIEL HUMANA: DE LA BIOLOGÍA A LA TECNOLOGÍA

La piel es un tejido que cubre completamente nuestro cuerpo. No solamente es el órgano más grande del que tenemos, también es la primera línea de defensa contra infecciones y lesiones. Otras de las funciones importantes que tiene son la regulación de la temperatura, la producción de vitaminas y el almacenamiento de agua y grasa.

Además, nos permite interactuar con el medio ambiente a través de sus capacidades sensoriales. Debido a que la piel también es muy visible, su apariencia nos da una idea del estado de salud o enfermedad de una persona. Incluso, ciertas afecciones de la piel, como la dermatitis o el acné, pueden tener efectos psicológicos perjudiciales para las personas que las padecen.


Por lo tanto, aunque la mayoría de las enfermedades de la piel no ponen en peligro la vida, pueden ser una de las principales causas de discapacidad. Es por ello que los investigadores han realizado diferentes estudios para comprender cuales son los factores que afectan la salud de este órgano y eventualmente encontrar formas de ayudar a las personas con cualquier tipo de afección que involucra la piel, que van desde cuestiones estéticas hasta quemaduras o pérdidas de miembros.

La investigación en la piel abre un mundo de posibilidades para aplicaciones en el área médica y cosmética. Sin embargo, en esta sección solamente abordaremos 2 de las más importantes y que actualmente están siendo exhaustivamente desarrolladas:

Regeneración celular: Cuando se genera una herida en cualquier parte de la piel inicialmente, se forma un coágulo para detener el flujo sanguíneo, lo que inicia una respuesta inflamatoria masiva. Las células inmunes cubren la región para eliminar las bacterias y los desechos, mientras que las células llamadas queratinocitos en la capa externa de la piel se dividen rápidamente para cerrar la herida y prevenir la infección. Posteriormente, la herida comienza a llenarse. Las células conocidas como fibroblastos migran al área dañada y producen colágeno y otras proteínas que proporcionan estructura a los tejidos. Dentro de las tres semanas posteriores a la lesión, la herida se había curado, pero con un inconveniente, se producirán cicatrices, particularmente cuando la herida es profunda. Entonces pasamos de tener un tejido flexible y fuerte a tener un tejido rígido y débil que dependiendo del tamaño podría ser hasta incapacitante para una persona. Es por ello que se han enfocado esfuerzos para entender los mecanismos de cicatrización y hasta ahora se ha observado que estos mecanismos dependen de la edad, por ejemplo, en fetos de los primeros meses de gestación no hay proceso de cicatrización, también se ha observado que los procesos inflamatorios son determinantes, así como el tipo de fibroblastos que participe en dicho proceso.

Sustitutos de piel para quemaduras: Uno de los más sobresalientes se llama StrataGraft que comprende dos capas de colágeno. La capa inferior se siembra con fibroblastos humanos, mientras que la capa superior que se siembra con células que dan lugar a queratinocitos. Esta terapia se originó en la Universidad de Wisconsin y actualmente ahora está siendo desarrollada por un laboratorio farmacéutico en Reino Unido. Otro tratamiento muy efectivo es el sistema de rociado para la piel comercializado como ReCell. Para preparar el tratamiento, los cirujanos extraen un trozo de piel del tamaño de una moneda del paciente y lo rocían con una enzima que libera las células componentes de la piel: fibroblastos, queratinocitos y melanocitos productores de pigmento. Este tratamiento pretende sustituir los injertos en las personas con quemaduras de segundo grado, que afectan las capas epidérmica y dérmica de la piel. Estas terapias podrían ser de gran ayuda para las personas con quemaduras y para tratar otras heridas difíciles de curar, como úlceras en personas con diabetes o bien tener aplicaciones cosméticas.

Otra de las aplicaciones importantes es el diseño de sensores electrónicos que son dispositivos se adhieren a la piel para monitorear impulsos eléctricos y eventualmente poder monitorear datos biométricos como pulsaciones, temperatura y presión sanguínea. En este caso el reto es limitar la exfoliación de la piel ya que esto hace que el sensor se despegue de la piel y sea necesario volver a adherirlos y recalibrar.

Finalmente, en el campo de las prótesis actualmente se está trabajando en diseñar partes robóticas que no solamente tengan movilidad, sino también sensibilidad mecánica y térmica y que los materiales con los que se diseñen tengan las flexibilidad y textura de la piel humana a esta tecnología se le llama piel electrónica y aunque aún no es una realidad, es una de las áreas de estudio de mayor interés.

A pesar de que se han hecho grandes avances en la comprensión de los mecanismos de producción y regeneración de la piel, aún hay mucho trabajo por hacer que podría cambiar la visa de muchos pacientes y quizá se una de las áreas que permitan prolongar la vida con una mejor calidad de la misma.

Fuente: invdes

Comentarios