Un equipo de Universidad de Basilea en Suiza ha conseguido crear un camino para que los nanocontenedores artificiales entren directamente en el núcleo de células vivas, con el objetivo de introducir medicamentos al centro de control celular.
Estos nanocontenedores pueden pasar a través de los complejos de poros nucleares que controlan el transporte de moléculas dentro y fuera del núcleo celular. El desarrollo de estos se llevó a cabo por un equipo de investigadores del Instituto de Nanociencia de Suiza. Los investigadores utilizaron una artimaña para dirigir los nanocontenedores artificiales a través de los complejos de poros nucleares: «Estos polimeromas, que tienen un tamaño de aproximadamente 60 nanómetros, están encapsulados por una membrana de polímero flexible que imita las membranas naturales. Sin embargo, son más robustos que las vesículas lipídicas y se pueden funcionalizar según sea necesario».
Para ello, produjeron vesículas de polímeros biocompatibles que actúan como nanocontenedores que pueden pasar a través de los poros que hay en la membrana nuclear.
Diferentes terapias intentan intervenir en procesos patológicos que ocurren en el núcleo celular para combatir enfermedades. Por ejemplo, el objetivo de las terapias génicas es insertar un gen deseado en el núcleo y las quimioterapias son reacciones bioquímicas que están involucradas en la proliferación de células cancerosas. Un desafío de la nanomedicina es desarrollar un método confiable para introducir sustancias activas específicamente en el núcleo celular.
Los científicos construyeron los polimerosomas con señales de localización nuclear unidas a ellos, dándole entrada al núcleo. Las células utilizan estas señales para diferenciar entre las moléculas que necesitan ser transportadas al núcleo y las que deben mantenerse fuera. De esta manera, las señales de localización nuclear se utilizan para disfrazar los nanocontenedores artificiales como carga admisible.
Los investigadores pudieron rastrear el camino de los polimerosomas hacia el núcleo celular llenándolos con diferentes tintes y observándolos con diferentes técnicas microscópicas. Esto confirmó el éxito del transporte de los nanocontenedores artificiales dentro del núcleo celular in vitro e in vivo dentro de las células vivas.
La presencia de señales de localización nuclear permite a los polimerosomas retener la maquinaria de transporte celular que entrega carga a través de los complejos de poros nucleares.
Fuentes: ABC, ElMédicoInteractivo
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