El archipiélago de las Islas Orcadas es un minúsculo lugar en el Sur del océano Atlántico, cerca de Ushuaia (Argentina). Desde hace más de seis décadas esta siendo invadida por unos mosquitos diminutos sin alas de la especie denominada Eretmoptera murphyi, la cuál se ha adaptado a las condiciones de la región de la Antártida. Estos insectos no paran de multiplicarse y amenazar el ecosistema.
Según un estudio realizado por investigadores españoles de la Universidad Complutense de Madrid, el Nacional de Ciencias Naturales y la Universidad Rey Juan Carlos junto con colaboradores ingleses y australianos, estos insectos invasores ( E.murphyi y Trichocera maculipennis) desequilibran la ecuación natural de la Antártida debido a que se enfrentan a otras especies, teniendo en cuenta la minoritaria cantidad de ellas por las condiciones del territorio.
Este mosquitos necesitan unos cuatro grados para existir y son procedentes de las Islas Georgias del Sur a unos 1.000 Kilómetros de las Orcadas del Sur, que supera esta temperatura desde los años cuarenta.
Esta invasión es muy favorecida en los últimos años debido al incremento de la actividad humana que ha producido la rotura de la barrera de protección por sus condiciones extremas y su aislamiento. Según apuntan los investigadores su erradicación es muy complicada principalmente por su diminuto tamaño, además de que las medidas actuales de protección ambiental se limitan a evitar su expansión debido a la obligatoria introducción de tóxicos que dañarían el ecosistema, por lo que hay que impedir su invasión desde el inicio.
Se podría decir que las especies invasoras de la Antártida y los otros grupos existentes en ella están declarados en guerra, aunque no haya todavía un estudio claro sobre la interacción de ellos, las que llegan consiguen en algunas ocasiones adaptarse con extrema facilidad y las que están no siempre saben reaccionar. También se destaca la alteración que estos producen en los ciclos de nutrientes ya que se alimentan de materia orgánica.
En paralelo a este preocupante descubrimiento, Kevin Hughes, responsable de monitorización e investigación ambiental del British Antartic Survey (Reino Unido) y su equipo, avisan de que 13 especies, entre las cuáles hay mejillones,musgos y cangrejos, pueden invadir la península antártica de más de 420.000 Kilómetros cuadrados de superficie en los próximos diez años.
Fuentes: LA VANGUARDIA , AMBIENTUM
Según un estudio realizado por investigadores españoles de la Universidad Complutense de Madrid, el Nacional de Ciencias Naturales y la Universidad Rey Juan Carlos junto con colaboradores ingleses y australianos, estos insectos invasores ( E.murphyi y Trichocera maculipennis) desequilibran la ecuación natural de la Antártida debido a que se enfrentan a otras especies, teniendo en cuenta la minoritaria cantidad de ellas por las condiciones del territorio.
Este mosquitos necesitan unos cuatro grados para existir y son procedentes de las Islas Georgias del Sur a unos 1.000 Kilómetros de las Orcadas del Sur, que supera esta temperatura desde los años cuarenta.
Esta invasión es muy favorecida en los últimos años debido al incremento de la actividad humana que ha producido la rotura de la barrera de protección por sus condiciones extremas y su aislamiento. Según apuntan los investigadores su erradicación es muy complicada principalmente por su diminuto tamaño, además de que las medidas actuales de protección ambiental se limitan a evitar su expansión debido a la obligatoria introducción de tóxicos que dañarían el ecosistema, por lo que hay que impedir su invasión desde el inicio.
Se podría decir que las especies invasoras de la Antártida y los otros grupos existentes en ella están declarados en guerra, aunque no haya todavía un estudio claro sobre la interacción de ellos, las que llegan consiguen en algunas ocasiones adaptarse con extrema facilidad y las que están no siempre saben reaccionar. También se destaca la alteración que estos producen en los ciclos de nutrientes ya que se alimentan de materia orgánica.
En paralelo a este preocupante descubrimiento, Kevin Hughes, responsable de monitorización e investigación ambiental del British Antartic Survey (Reino Unido) y su equipo, avisan de que 13 especies, entre las cuáles hay mejillones,musgos y cangrejos, pueden invadir la península antártica de más de 420.000 Kilómetros cuadrados de superficie en los próximos diez años.
Fuentes: LA VANGUARDIA , AMBIENTUM
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