EL TÉ VERDE JUNTO AL EJERCICIO REDUCE LA ENFERMEDAD DEL HÍGADO GRASO

Hoy día, existen cientos de enfermedades que afectan de manera problemática a la salud de la sociedad actual, y a su vez no se han descubierto aún ninguna cura ni terapias válidas para dichas enfermedades. Una de ellas es la del hígado graso, de hecho, se espera que con el tiempo empeore.

Aparece cuando hay una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas, es decir en las células del hígado. Además hay dos tipos de hígados grasos: el alcohólico y el no alcohólico, que como su nombre indica no es causada por ingerir un exceso de alcohol. Dicha enfermedad también recibe el nombre y es conocida como EHGNA.

Normalmente, el hígado graso no alcohólico no muestra señales claras ni síntomas fijos a quien lo padece, aunque, si que es verdad, que lo más habitual es sentir cansancio o tener malestar en la parte superior derecha del abdomen.

Las causas que suelen ocasionar la enfermedad es el sobrepeso o la obesidad, la oposición a la insulina, la hiperglucemia y los niveles elevados de grasas en sangre.

Por esta razón, un grupo de científicos norteamericanos de la Universidad de Penn State, tras muchas horas y tiempo de investigación, dedicado a este problema en particular, han sacado a la luz una serie de resultados después de llevar a cabo un extenso estudio en roedores.

A partir de este trabajo se extrae la conclusión de que la combinación y alternancia de extracto de té verde y ejercicio físico disminuyó la gravedad de la enfermedad vinculada con la obesidad en ratones siendo alimentados con una dieta alta en grasa.

Durante el estudio, se encontró que los ratones alimentados a base de una dieta muy rica en grasas a lo largo de 16 semanas, que consumieron la bebida vegetal y se ejercitaron de manera constante corriendo sobre ruedas, tenían únicamente una cuarta parte de los lípidos acumulados y depositados en sus hígados, en comparación con aquellos que no fueron sometidos a este tratamiento.

Los investigadores analizaron los tejidos hepáticos de los ratones, pero no solo eso, también midieron el contenido y la cantidad de proteínas y grasas en sus heces fecales. De este modo, descubrieron que los ratones que consumieron extracto de té verde e hicieron ejercicio poseían niveles más altos de lípidos y proteínas fecales. Llegaron a la conclusión de que cada grupo de roedores en realidad procesaban los nutrientes de manera diferente, sus cuerpos manipulaban los alimentos de manera distinta.

Creen que los polifenoles (grupo de sustancias químicas encontradas en plantas características) de la bebida vegetal, interactúan con las enzimas digestivas producidas y secretada en el intestino delgado y cohiben parcialmente la descomposición y degradación de los carbohidratos, grasas y proteínas de los alimentos.

Por lo tanto, si un ratón no digiere adecuadamente la grasa en su dieta, esa grasa y las calorías asociadas a ella pasan a través de su sistema digestivo y una cantidad determinada finalmente sale en sus heces.

Señalan los científicos que también puede ser algo significativo que los ratones tratados de manera especial tengan una mayor expresión génica relacionada con la formación de nuevas mitocondria. Esa expresión de genes es importante, pues ofrece marcadores que ayudarán a entender aquellos mecanismos mediante los cuales los polifenoles del té verde y el ejercicio podrían cooperar juntos para suavizar los depósitos de grasas en las células del hígado.

Por último estudiaron la expresión de genes que saben que estaban vinculados con el metabolismo energético y percibieron que en los roedores que recibieron tratamiento había aumentado dicha expresión y que no estaba anteriormente a la consumición del extracto de té y ejercicio físico.

La combinación de realizar actividad física y reemplazar las bebidas altas en calorías por té verde descafeinado y sin azúcar, podría tener grandes beneficios y ventajas para la salud cardiovascular de la persona, pero aún no se han conseguido datos clínicos, pues no han llevado a la práctica ensayos en humanos para evaluar los riesgos.

Fuentes: ABC, El national.cat

Comentarios