INGENIERÍA GENÉTICA SALVA A ABEJAS DE LA EXTINCIÓN


Un 41%de las abejas se encuentran en declive y una tercera parte se encuentra en peligro de extinción por culpa de la actividad agraria y del cambio climático, esto nos supone un gran problema porque gran parte de las plantas que cultivamos dependen de la polinización de estos animales. Se puede decir que las abejas son de los polinizadores más importantes. Pero ahora mismo estos insectos no están pasando su mejor momento debido a los factores mencionados anteriormente, por ello los científicos han intervenido en este problema para ayudarlas.


En 2018 un grupo de investigadores de la Universidad de Helsinki desarrolló para las abejas melíferas la primera vacuna comestible contra las infecciones microbianas. Ésta vacuna protegía a las abejas de la Loque Americana, que terminó con numerosas colonias. Actualmente un grupo de investigadores procedentes de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos) ha desarrollado cepas de bacterias genéticamente modificadas para proteger a las abejas de plagas que producen el colapso de sus colonias.

Las bacterias viven en el aparato digestivo de estas abejas y actúan como fábricas biológicas, generan los principios activos que protegen a las abejas contra los ácaros y el virus del ala deformada. muchas veces actúan a la vez, mientras los ácaros se alimentan de las polinizadoras pueden propagar el virus, haciendo más vulnerables y débiles a las abejas. Tras varios estudios esta es la primera vez que se usa la ingeniería genética para mejorar la salud de las polinizadoras. Es poco probable que las bacterias se propaguen más allá de las abejas, lo cual es algo muy importante.

Esta especie está en peligro debido a que el tipo de bacterias utilizadas están completamente adaptadas a vivir en el interior del intestino y no pueden sobrevivir por mucho tiempo fuera del intestino.además esta bacterias las protege contra un virus que solo ataca a las abejas. El año pasado, en invierno los apicultores norteamericanos perdieron el 40% de sus colonias. Según el estudio realizado, las abejas que tienen esta bacteria genéticamente modificadas tienen un 36.5% más de probalididades de sobrevivir al virus. Pero además un 70% de los ácaros que se alimentan de este tipo de abejas tienen más probabilidades de morir que los que se alimentan de abejas que no han recibido ningún tipo de tratamiento.
Al igual que los humanos, las abejas poseen un sistema inmunológico anti-viral llamado ARN interferente (RNAi) que ayuda al cuerpo a combatir los virus de ARN. Cuando los investigadores rociaron a las abejas con una solución bacteriana observaron cómo sus sistemas de defensa se preparaban para protegerlas contra el virus, pero hizo que ademas los ácaros debieran enfrentarse a él y murieran.

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