Pero no solo eso, ya que según diferentes estudios los ácidos grasos monoinsaturados que incluye colaboran con la disminución de los niveles de colesterol, disminuyendo el riesgo de padecer un gran número de patologías. En su composición resalta el ácido oleico, que un componente habitual de la oliva.
A parte de que es un alimento irresistible, es antioxidante y rico en minerales como el hierro, el fósforo, el potasio y el zinc. También contiene vitaminas de tipo E, B1, B6 y B12 que favorecen el sistema nervioso y el funcionamiento del cerebro.
La acumulación de colesterol y los peligros de cardiopatía coronaria fueron objeto de investigación en el estudio Effect of ham protein substitution on oxidative stress in older adults, mostrado en 2003 por la Dra. Paula Mayoral Badiano, en colaboración con la clínica Mayo de EEUU y la Universidad de Salamanca. Este estudio hecho con jamón ibérico de bellota indica lo atributos beneficiosos del jamón para la regulación del colesterol.
En la misma línea se pronuncian desde Señorío de Montanera, que cría cerdo ibérico de bellota con denominación de origen extremeño, cuando apuntan que "el jamón ibérico de bellota 100% ibérico dispone de un elevado nivel de antioxidantes naturales, por lo que su consumo regulado supone un placer altamente saludable".
Además, añaden que, "los elevados porcentajes de grasas monoinsaturadas y tocoferoles ejercen como potentes antioxidantes naturales que les confieren un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares ajustando nuestro metabolismo y contribuyendo a reducir el colesterol de forma parecida al aceite de oliva y colocándolo entre los alimento más completos de la dieta mediterránea".
Un ambicioso estudio clínico llevado a cabo por el Hospital Juan Ramón Jiménez y el Distrito Sanitario Huelva-Costa, en colaboración con Cinco Costas, corroboró igualmente en 2017 que el jamón de bellota 100% ibérico no solo reduce de modo importante los niveles del colesterol malo, si no que, también, no conlleva un aumento de peso ni del perímetro abdominal.
La investigación estuvo dirigida por los Dres. Emilio Márquez Contreras, responsable del proyecto y el trabajo en Atención Primaria, y Antonio León Justel, encargado del ámbito hospitalario.
Fuente: El Economista
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