Unos ratones cuyos telómeros son más largos de lo habitual viven un 13% más que los demás de su especie. Los estudios demuestran que estos viven con más salud y, por tanto, sufren menos de obesidad y cáncer.
Lo llamativo de este hallazgo es que, por primera vez, se ha conseguido alargar la vida de una especie sin modificación genética. Los telómeros, como es lógico, participan en el envejecimiento celular, ya que se van acortando a lo largo de la vida.
Investigadores del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España), encabezados por María Blasco, han publicado en la revista Nature Communications un estudio sobre los ratones con 100% de telómeros hiperlargos, cuya envejecimiento ha sido retrasado.
Los telómeros son estructuras nucleoproteicas situadas en los extremos de los cromosomas de eucariotas. Son esenciales para proteger los extremos cromosómicos de la degradación del ADN y las actividades de reparación del ADN y juegan un papel importante en la estabilidad cromosómica. Los telómeros se acortan con cada división celular. La telomerasa es una ADN polimerasa de ribonucleoproteína que puede alargar los telómeros compensando así el desgaste de los telómeros. Consiste en una subunidad catalítica de transcriptasa inversa y un componente de ARN asociado.
En ratones, se ha demostrado que la telomerasa se activa en la etapa de blastocisto donde los telómeros se alargan en la masa celular interna. Este alargamiento de los telómeros se asocia con cambios epigenéticos durante la pluripotencia, etapa que permite una estructura de cromatina telomérica más abierta y una extensión de telómero mediada por telomerasa en ausencia de cambios en la expresión génica. El acortamiento de los telómeros se considera una de las características del envejecimiento. En este sentido, los humanos nacen con telómeros más cortos que los ratones, pero los telómeros de los ratones se acortan 100 veces más rápido que los humanos.
En el organismo adulto, la actividad de la telomerasa se limita a los compartimentos de células madre, aunque esto no es suficiente para prevenir el acortamiento progresivo de los telómeros con el envejecimiento. Cuando los telómeros alcanzan una longitud críticamente corta, inducen una respuesta persistente al daño del ADN que induce otros eventos celulares, como la apoptosis, y altera la capacidad de las células madre para regenerar tejidos.
Los autores afirman que los ratones con telómeros hiperlargos eran más delgados de lo normal y que también mostraban un menor envejecimiento metabólico, con niveles más bajos de LDL y colesterol. Este hecho es importante, ya que es a primera vez que se encuentra una relación entre los telómeros y el metabolismo.
Lo más importante de este estudio es el descubrimiento de la prolongación y mejora de la vida de los ratones sin ninguna manipulación genética, simplemente alargando los telómeros.
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