EL "PATRÓN" DE LOS PECES RAYA

Un ejemplo claro y sencillo de autoorganización natural son las rayas del icónico pez cebra.
A medida que se desarrollan los embriones de pez cebra, tres células pigmentarias se mueven alrededor de la piel y, finalmente, se empujan hacia posiciones que forman rayas azules y amarillas del cuerpo.

Los científicos tienen el objetivo de poder entender las reglas genéticas que dirigen estos delicados posicionamientos, un nuevo
algoritmo desarrollado por unos matemáticos de la universidad de Brown podría ser de gran ayuda para el entendimiento de este proceso.

El algoritmo, descrito en Proceedings of the National Academy of Science, puede cuantificar varios atributos de formas y patrones, lo que permite a los científicos probar de una manera más objetiva las ideas sobre cómo se forman las rayas de los peces cebra, y pontecialmente otros patrones de desarrollo.

El objetivo general de estudiar las rayas del pez cebra es comprender el desarrollo temprano de los organismos: ¿cómo los genes se expresan para formar estructuras y fenotipos?. La gente ha desarrollado simulaciones para ayudar a comprender estos procesos.


El pez cebra resulta ser un excelente banco de pruebas para evaluar cómo los cambios genéticos pueden influir en la formación del patrón. Los embriones tienen una estética transparente y tienen un rápido desarrollo, esto brinda la oportunidad a los científicos de poder evaluar el desarrollo de las rayas en detalle.

Con los años han encontrado una serie de mutaciones genéticas que alteran los patrones de los pigmentos del pez cebra. Hay mutaciones que cambian la linealidad de las rayas, algunas introducen pequeños descansos de intensidad en el color, otras crean puntos en vez de rayas...

Estos patrones diferentes son única y exclusivamente el cambio en la forma en que los tipos de células pigmentarias interactúan entre sí y se mueven durante el desarrollo. Los científicos han desarrollado modelos informáticos que simulan la formación de patrones de movimiento celular, para comprender las reglas que siguen estas células. Al ajustar las reglas que rigen la simulación y luego ver si la salida coincide con los patrones de los peces reales, los científicos pueden empezar a deducir que reglas son válidas para avanzar en la investigación

Fuentes: Phys.org, PNAS

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