BEBÉS A LA CARTA

¿Rubio y con ojos azules? o quizás ¿pelirrojo y con los ojos verdes? ¿Qué pasaría si tuviesemos la oportunidad de elegir como queremos que sea nuestro futuro bebé? ¿No supondría esto además un auténtico avance?

El IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad),  también denominado Equipo IVI, es una institución médica española, de titularidad privada, dedicada íntegramente a la reproducción humana asistida y que entre 2014 y 2018 sus clínicas en España realizaron más de 30.000 ciclos de reproducción asistida con donación de óvulos y casi 10.000 con semen donado, lo que supone un 28% y un 9% respectivamente del total de ciclos.

Normalmente las personas que recurren a una donación de óvulos es debido a una edad materna avanzada, una baja calidad ovocitaria o fallo ovárico (por menopausia o no), así como la no consecución de un embarazo tras varios ciclos de fecundación in vitro o abortos repetidos pero puede ser que a partir de ahora no solo sean estas mujeres las que recurran a la reproducción asistida sino cualquier mujer que quiera que su hijo tenga determinados rasgos físicos parecidos a los de los padres.

Por ello las clínicas IVI más allá de conseguir la compatibilidad entre donante y paciente, lo que  buscan es hacer posible un sistema que también garantize el parecido facial entre padres e hijos al combinar criterios fenotípicos y afinidad genética, entre otros procesos y esto que es a lo que llamamos "bebés a la carta", es algo cada vez más cercano a nosotros.

A día de hoy para conseguir esto, estas clínicas ponen a la disposición de sus pacientes Perfect Match 360°, un sistema innovador que garantiza la asignación de la donante más adecuada atendiendo a criterios fenotípicos (el color de ojos y de pelo, la altura y la complexión además, se valoran otros factores como la compatibilidad del Rh y el grupo sanguíneo).

Pero también atendiendo a análisis genético, pues en un esfuerzo por maximizar las posibilidades de embarazo de nuestras pacientes, IVI lleva a cabo el test de compatibilidad genética (TCG) a todos sus donantes, una prueba que permite detectar la presencia de genes susceptibles de causar hasta 600 enfermedades genéticas, además si se utiliza semen de donante, este se habrá sometido asimismo al TCG, lo que evita que el bebé padezca ninguna de estas enfermedades y en el caso de las parejas heterosexuales, el hombre puede realizarse este mismo test para confrontarlo con el de la donante y comprobar que son compatibles genéticamente.

Y por último  y como novedad atendiendo a criterios biométricos, pues IVI cuenta con IVI Biometric Scan powered by Fenomatch, una tecnología puntera que permite medir las distancias biométricas de los donantes para ofrecer a los pacientes una selección ajustada, no solo en cuanto a criterios clínicos y fenotípicos como es el caso actual en la mayoría de centros de reproducción asistida, sino que también la complementa con un estudio de similitud facial puesto que esta tecnología utiliza un software basado en un sistema de parecido facial 3D respaldado por algoritmos que convierten una imagen del rostro en una fórmula matemática representada por 12.000 distancias biométricas para determinar el grado de parecido entre donante y paciente y con los resultados obtenidos se escoge finalmente a la donante más similar.

Fuente: ABC