CREAN UN EMBRIÓN CON CÉLULAS EXTRAÍDAS DE LA OREJA DE UN RATÓN

El «blastoide» generado en el laboratorio del Instituto Salk de La JollaUn equipo de investigadores del Instituto Salk de Estados Unidos, ha desarrollado en el laboratorio una estructura similar a un blastocisto, un embrión de cinco o seis días de desarrollo. Este embrión sintético de ratón se ha formado en un cultivo celular y no ha necesitado de la participación de óvulos ni espermatozoides, las células sexuales necesarias para la reproducción de los mamíferos. Tampoco se han utilizado células de embriones, como requieren las técnicas de clonación.

La nueva forma de vida ha nacido en una placa de Petri a partir de una sola célula adulta extraída de la oreja de un ratón. El resultado es una esfera de solo cien células, pero en ellas están todas las informaciones necesarias para generar un organismo vivo de un mamífero, siempre que se implantara en el útero. Los científicos aseguran que su propósito solo tiene fines de investigación: estudiar el desarrollo de los primeros períodos embrionarios, donde suceden algunos de los acontecimientos más importantes en la vida del ser humano.
Resultado de imagen de hembra del ratónLa forma en la que se organiza este centenar de células en el desarrollo de un mamífero tiene profundas implicaciones en el éxito de una gestación y su desarrollo, en cómo se forman los órganos y hasta en enfermedades graves que aparecen a lo largo de la vida, como el Alzhéimer. De forma que esa esfera celular se convierte en un modelo de investigación perfecto para indagar en patologías de todo tipo. Pero el trabajo de los investigadores abre también una nueva puerta a la creación de vida en el laboratorio.
Los científicos del Instituto Salk han llamado blastoide a este embrión sintético. Esta estructura contiene los tres tipos de células primordiales de dónde proceden todas las células de un organismo adulto, las que más tarde formarán la placenta y la masa celular interna que conducirá al desarrollo del feto. Parece y se comporta como un embrión, aunque aún no es funcional, es decir, si se implantara en una hembra de ratón no daría lugar a un embrión funcional porque sus células crecen formando un tejido desorganizado.
El proceso se podría perfeccionar hasta conseguir un blastoide funcional que sea capaz de desarrollarse hasta las etapas en las que se forman algunos de los órganos primordiales.

Fuente: ABC

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