LA NATURALEZA BÁSICA DE LA VIDA

Las características diferenciadoras entre los organismos vivos y los inertes son la complejidad molecular, los niveles de organización, el automantenimiento, la reproducción , el ciclo vital y la relación que le realizan los organismos vivos.  La materia viva puede evolucionar y reproducirse.

La composición de todos los seres vivos es muy parecida, solo tenemos una pequeña parte de los elementos de la tierra.

Los elementos que se encuentran en nuestro organismo son los biogénicos mayoritarios, seis primarios (C, H, O, N, S, P) y cinco secundarios (Mg, Ca, K, Na, Cl). También tenemos oligoelementos esenciales y oligoelementos no esenciales. Los bioelementos se combinan y forman las biomoléculas inorgánicas (agua y sales minerales) y orgánicas (glúcidos, lípidos, ácidos nucléicos y proteínas).

El agua es la biomolécula más abundante de nuestro cuerpo, tenemos entre un 65 y un 90% en nuestro cuerpo. Es disolvente, disuelve las sales y los compuestos iónicos, esta propiedad le hace responsable de las reacciones metabólicas y del transporte de nutrietes y desechos. También tiene capacidad térmica haciendo posible los tapones térmicos y evitando que el calor se concentre en un punto. Al tener un elevado calor de vaporización permite la refrigeración, su adhesión es la responsable de la capilaridad y su densidad permite a algunas especies sobrevivir en masas de agua congeladas.

Las sales minerales son compuestos inorgánicos. Pueden ser insolubles como los caparazones de carbono cálcico o silíceo o los otolitos, y solubles en agua como los aniones o cationes, estas últimas realizan las funciones reguladoras y específicas. Las sales minerales realizan las funciones osmóticas como la difusión y la ósmosis. Las células vegetales y animales al tener una membrana plasmática semipermeable se ven afectadas por los fenómenos osmóticos.

Fuente: Biogeo