DESALINIZACIÓN DEL LÍQUIDO DE LA VIDA

 A pesar de que en la Tierra, el 75% de la superficie sea agua, escasea el acceso a ella. Esto se debe a que solo el 2,3% es dulce, y de ello, únicamente un 0,3% resulta accesible. Es así porque de esa cantidad, dos tercios está congelada o no está disponible.

El uso del agua ha crecido en este último siglo, de modo que en la actualidad millones de personas carecen de acceso a este recurso. Esto es debido al calentamiento global, ya que hace que cada vez haya más zonas con escasez hídrica; por eso se están tomando medidas para encontrar soluciones y una de ellas es convertir el agua de mar, en agua potable. Fernando Cortabitarte, director de O&M Desalación en ACCIONA, explica que tecnológicamente, este proceso es posible y está en marcha. De echo, ha evolucionado de tal manera que se ha obtenido agua desalinizada con mínimos costes, con respecto al medioambiente de manera eficaz y sostenible.

Esto se consigue mediante un proceso denominado ósmosis inversa. Consiste en aplicar presión a un volumen de agua de mar con una elevada cantidad de sal y filtrarla a través de una membrana semipermeable que permite el paso del agua, pero no de las sales. Este proceso de desalinización del agua de mar, tiene un bajo coste ya que puede desalar 1.000 litros al mismo precio con el que compramos una garrafa de 5 litros de agua mineral; además de requerir poco consumo energético. La ósmosis inversa es similar a otras aplicaciones de tecnología con membranas, pero existen importantes diferencias entre este proceso y el filtrado. El mecanismo predominante en la filtración por membrana es la exclusión por tamaño, por lo que se puede conseguir una eficacia con independencia de la concentración y presión, mientras que la ósmosis inversa aplica difusión. Esto quiere decir que el proceso requiere presión y otras condiciones.

Arabia Saudita, es el mayor productor de esta agua desalinizada, generando sobre el 50% de su agua potable con este proceso. En España, el Plan Nacional sobre el Agua busca duplicar la producción con la conexión entre desaladoras de Alicante, Murcia y Almería. Cortabitarte concluye que esta es una de las soluciones a la crisis mundial de escasez de agua, pero no la única.





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