Marte es conocido como el "planeta rojo" debido al óxido que provoca el hierro presente en su superficie cuando se combina con oxígeno o agua; tal como han descubierto que surge en algunas zonas de la luna, a pesar de no tener estos elementos en ella. Este hecho fue descubierto por un grupo de investigadores de la NASA.
El orbitador indio Chandrayaan-1 halló hielo de agua y trazó un mapa de una variedad de minerales mientras estudiaba la superficie de la luna en 2008; en los cuáles, los datos revelaron que los polos tenían una composición muy diferente que a la del resto. De este hecho se fijó Shua Li, de la Universidad de Hawai y autor principal del nuevo estudio.
Aunque la superficie de la luna está llena de rocas con alto porcentaje en hierro, fue sorprendente encontrar una coincidencia cercana con la hematita, ya que en la luna no hay ni oxígeno ni agua para que se pudiera producir el óxido del hierro, con lo cuál, junto a Abigail Fraeman; científica del Centro de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA.
Para empezar, los investigadores creen que la culpable podría ser la tierra, es decir, la fuente de oxígeno, al haber podido viajar 385.000 km en la cola magnética de la tierra debido a la ausencia de atmósfera en la luna, pero si de estas trazas de oxígeno. Además, este hecho le encajaba más al saber que se encontraron más restos de hematita en el lado de la luna más cercano a la tierra.
Aunque como toda ciencia, todo tiene un pero; esto se debe a que el viento solar, bombardea la tierra y la luna con hidrógeno, el cuál debería evitar la oxidación de la luna, que no tiene un campo magnético que la proteja. Sin embargo, la cola magnética de la tierra tiene un efecto mediador y bloquea más del 99% del viento solar durante ciertos períodos de la orbita de la luna, esto abre ventanas ocasionales durante el ciclo lunar cuando se puede formar óxido.
Por último, la tercera duda existencial es el agua, que , aunque esta se encuentra completamente seca, se pueden encontrar hielo de agua en los cráteres de la misma, pero la hematita se encuentra lejos de esta. Por lo que Li propone que las partículas de polvo que se mueven rápidamente y que azotan regularmente la luna podrían liberar esas moléculas de agua, mezclándolas con hierro en el suelo lunar. El calor de estos impactos podrían aumentar la tasa de oxidación, pudiendo llevar las partículas de polvo, moléculas de agua y juntándose con hierro. En los momentos adecuados cuando la luna está protegida del viento solar y hay oxígeno presente, podría darse lugar a una reacción química que provocase esta oxidación.
Se necesitan más datos para concluir este misterio, el cual también sirve de ayuda para explicar la pequeña presencia de hematita en el lado opuesto de nuestro satélite.
Fuentes: ABC, National Geographic
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