En un nuevo proyecto publicado por la famosa y conocida revista Nature, un grupo de científicos de Inglaterra, de la universidad de Sheffield, comentan haber descubierto "la clave de la fotosíntesis".
De acuerdo con el estudio, los investigadores descifraron la estructura de uno de los componentes primordiales de la fotosíntesis, de esa manera, el descubrimiento permitirá la posibilidad de "rediseñar" dicho proceso para lograr mejores y mayores rendimientos y satisfacer las necesidades urgentes alimenticias.
Dicha estructura pertenece al citromo b6f, un complejo proteico que influye de manera significativa en el crecimiento de las plantas.
La fotosíntesis se corresponde con un proceso fundamental para el planeta, que aprovecha la energía de la luz solar para dar lugar al oxígeno que respiramos y los alimentos que comemos.
Sin embargo, estos vegetales únicamente absorben una fracción de toda la energía sola disponible y además, tienen pérdidas al transformar esta energía en carbohidratos y biomasa.
Por esta razón, los expertos buscaron entender cómo las plantas podría aprovechar toda esa energía, con el fin de manipular dicho proceso hasta el punto de hacer que ellas obtengan más energía solar y por lo tanto, aumentar al mismo tiempo la producción de oxígeno y alimentos.
Con la ayuda de un sistema de microscopía de alta resolución, el equipo fue capaz de observar muy de cerca membranas de plantas de espinacas, las cuales estaban repletas de los complejos proteicos encontrados.
Básicamente, los investigados revelaron que el complejo proteico proporcionaba la conexión eléctrica entre las dos proteínas de dorofila: fotosistemas I y II. Dichas proteínas se localizan en los cloroplastos de células vegetales cuya función consiste en convertir la luz solar en energía química.Incluso, otros estudios comprobaron que al manipular los niveles de estos complejos de proteínas se podrían cultivar plantas más grandes y mejores. Efectivamente, una vez entendida la estructura, uno podría alterar ciertos componentes y observar que sucede, ver su en un futuro esto podría generar más fotosíntesis y por lo tanto, proporcionar más biomasa.
El estudio sobre el citromo b6f proporciona por lo tanto, ideas claves sobre cómo utilizar la corriente eléctrica que pasa a través de él para encender un protón bacteria. Esa energía almacenada se puede utilizar para hacer ATP.
Incluso, se revelaron nuevos detalles a cerca del papel adicional que posee, pues tiene la capacidad de ajustar la eficiencia fotosintética en respuesta a las condiciones ambientales en permanente cambio.
Este mecanismo como respuesta, da protección al vegetal durante la exposición a condiciones duras como la sequía o el exceso de luz.
Como dijo Andrés Schwember, podríamos considerar el citromo b6f "el corazón o el motor de la fotosíntesis, que desempeña una papel crucial".
Fuentes: Portal del campo, Portal fruticola
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