El trabajo parte de los denominados genes hox o genes arquitectos encargados de controlar el diseño del tronco corporal. Los genes hox están dispuestos a lo largo de la molécula de ADN en el mismo orden que las estructuras codificadas por ellos y son activados secuencialmente a lo largo del eje que va desde la cabeza hasta los dedos de los pies, lo que garantiza que todos nuestros órganos y huesos crezcan en el sitio correcto.
El pez pulmonado presenta un patrón de activación del gen de las manos (hoxa13) muy similar al de los vertebrados terrestres. Sin embargo, la diferencia principal entre las aletas del pez y los miembros de los tetrápodos es la presencia de dedos en estos últimos.
Mientras que en el pez pulmonado el gen vinculado a la formación de los dedos (hoxc13) permanece activo sólo en la mitad posterior de la aleta, en los tetrápodos se produce una activación dinámica del gen, que se inicia en el dedo meñique para desplazarse hacia la región del pulgar y poder así guiar el correcto desarrollo de los cinco dedos de las manos.
Los genes arquitectos han ido variando su actividad a lo largo de la evolución para dar lugar a las diferencias morfológicas, entre otras, de las aletas de los peces y las manos de los vertebrados terrestres.
En el periodo geológico conocido como Devónico, hace aproximadamente 400 millones de años, la evolución permitió que los vertebrados abandonasen el agua, en parte gracias a unas nuevas extremidades con dedos. Esta innovación está en la base de una revolución que inició la historia de los animales de cuatro patas, cuyo linaje evolutivo se lanzó a la conquista de la tierra incluyendo a anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Fuente: CSIC
Fuente: CSIC
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