NUBES VIVAS

Mediante los telescopios de radiofrecuencia Alma y Eso se ha detectado el primer indicio de posible vida microbiana en Venus.

La fosfina o gas fosfano (PH3) es una sustancia rara en la Tierra pero ha sido encontrada en las nubes de Venus por un grupo de astrónomos y podría suponer el primer paso para descubrir vida extraterrestre, la concentración encontrada en las nubes de Venus es muy discreta, del rango de 20 moléculas por cada mil millones, que sería el 10% de lo que se produce en la Tierra.

El gas fosfano o fosfina (PH3) es una molécula formada por un átomo de fósforo y tres de hidrógeno, puede ser observado en latitudes medias del planeta en aproximadamente 50-60 km de altitud, aparte, este gas es incoloro, tóxico, extremadamente inflamable y explosivo, por tanto, puede encenderse espontáneamente en contacto con el aire.

En la Tierra, la fosfina es producto o bien de algunos procesos industriales o, en la naturaleza, como consecuencia de procesos biológicos, esta se utiliza como fumigante, como agente de  impurificación en componentes electrónicos y en la síntesis química, también se relaciona a los insecticidas, no obstante, en nuestro planeta, la fosfina se asocia con la vida porque se encuentra en los microbios que viven en las entrañas de animales, también esta presente en ambientes pobres en oxígeno como los pantanos.

En humanos, este gas afecta principalmente el sistema cardiovascular y respiratorio, inhalarla puede desde irritar la nariz hasta dañar los pulmones, aparte de que puede causar mareos y náuseas, entre otros síntomas.

Entonces el equipo de científicos se pregunta ahora cómo llegó la fosfina en ese planeta si no hay condiciones para que se dé.

Los microbios y las bacterias se pueden mantener sobre nosotros desde alturas de hasta 40 kilómetros, y son arrastrados por fenómenos atmosféricos como las nubes de polvo intercontinentales pero este fenómeno sucede en la Tierra y se dá como interacción con una superficie que sí acoge vida biológica, pero, por otra parte, las nubes de Venus, son estacionarias y mucho más densas que las terrestres, compuestas básicamente de agua, además, las capas altas de la atmósfera se encuentran a unos tolerables 30 ºC.

Esas nubes, explican los investigadores, pueden llegar a estar formadas por un 90% de ácido sulfúrico, lo que implica que cualquier microorganismo debería ser mucho más resistente a la acidez de lo que encontramos en la Tierra, pero aunque la vida aérea en Venus es conceptualmente difícil, no puede ser descartada.

La investigación de Venus ha sido una de las historias menos conocidas y más interesantes de la carrera espacial y la competición entre EEUU y la URSS, con docenas de sondas que han conseguido, mediante telemetría, radares e incluso el sacrificio del aparato en las entrañas del planeta, trazar el mapa y desentrañar su geología, sin embargo, su investigación ha quedado arrumbada en las últimas décadas frente a objetivos más cercanos y presuntamente rentables a largo plazo.

Pero no es el primer caso que se da sobre si puede haber vida en otro planeta, de hecho, la fosfina de Venus es la última pista que se añade a una considerable lista. 

Los astrónomos publicaron en la revista Nature Astronomy diversas investigaciones que han hecho para intentar demostrar que esta molécula podría tener un origen natural y no biológico, sin embargo, la verdadera razón de la presencia de fosfina en las nubes de Venus es aún es una incógnita.

Fuentes: BBC, El Español

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