Investigadores del Instituto de Salud Carlos III han realizado un estudio, liderado por el grupo GEICAM de Investigación en cáncer de mama, donde observan la relación que hay entre los ácidos grasos y el cáncer de mama.
Este estudio ha revelado que las mujeres españolas con altas concentraciones relativas de ácido palmitoleico, ácidos grasos trans de origen animal y una elevada ratio de oleico/esteárico y dihomo-γ-linolénico/linoleico, presentan un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Y por el contrario, elevados niveles séricos de ácido esteárico, ácido linoleico, y una elevada ratio araquidónico/dihomo-γ-linolénico, parecen prevenir el riesgo de desarrollar este tumor. Los autores de este estudio señalan que estos niveles no son solo un reflejo de lo que comemos, sino que también son el resultado de la actividad de diferentes enzimas involucradas en una gran variedad de procesos metabólicos.
Los investigadores sugieren que los ácidos grasos no pueden considerarse como grupos homogéneos cuando se estudia su asociación con el riesgo de cáncer de mama y afirman que se necesitan estudios adicionales para comprender mejor la influencia de los ácidos grasos en el desarrollo de este tumor.
El cáncer de mama constituye el tumor más frecuente y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres españolas, con 32.953 casos estimados para este año 2020, representando el 29% de los casos de cáncer en mujeres.
Diversos estudios han mostrado una asociación positiva ligada a la ingesta de ácidos grasos saturados, y un efecto protector asociado con el consumo de ácidos grasos omega-3. En este estudio se han medido directamente en sangre y en este tipo de estudios los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 y los ácidos grasos trans son buenos biomarcadores de la ingesta alimentaria.
La investigación consiste en evaluar la asociación entre los niveles relativos de ácidos grasos en fosfolípidos de membrana. Para ello se han estimado determinados índices de desaturación y el riesgo de cáncer de mama, de forma general y por subtipo patológico. Se reclutaron 795 mujeres recién diagnosticadas de cáncer de mama (casos) y 795 mujeres sanas (controles) de entre 18 y 70 años.
La asociación con los ácidos trans de origen industrial fue más fuerte en mujeres pre menopáusicas y en mujeres no obesas. Por el contrario, la asociación con los ácidos trans de origen animal fue particularmente intensa en mujeres postmenopáusicas y en mujeres con sobrepeso u obesidad. Estas asociaciones fueron similares en todos los subtipos patológicos de cáncer de mama.
Este estudio ha revelado que las mujeres españolas con altas concentraciones relativas de ácido palmitoleico, ácidos grasos trans de origen animal y una elevada ratio de oleico/esteárico y dihomo-γ-linolénico/linoleico, presentan un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Y por el contrario, elevados niveles séricos de ácido esteárico, ácido linoleico, y una elevada ratio araquidónico/dihomo-γ-linolénico, parecen prevenir el riesgo de desarrollar este tumor. Los autores de este estudio señalan que estos niveles no son solo un reflejo de lo que comemos, sino que también son el resultado de la actividad de diferentes enzimas involucradas en una gran variedad de procesos metabólicos.
Los investigadores sugieren que los ácidos grasos no pueden considerarse como grupos homogéneos cuando se estudia su asociación con el riesgo de cáncer de mama y afirman que se necesitan estudios adicionales para comprender mejor la influencia de los ácidos grasos en el desarrollo de este tumor.
El cáncer de mama constituye el tumor más frecuente y la principal causa de muerte por cáncer en mujeres españolas, con 32.953 casos estimados para este año 2020, representando el 29% de los casos de cáncer en mujeres.
Diversos estudios han mostrado una asociación positiva ligada a la ingesta de ácidos grasos saturados, y un efecto protector asociado con el consumo de ácidos grasos omega-3. En este estudio se han medido directamente en sangre y en este tipo de estudios los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 y los ácidos grasos trans son buenos biomarcadores de la ingesta alimentaria.
La investigación consiste en evaluar la asociación entre los niveles relativos de ácidos grasos en fosfolípidos de membrana. Para ello se han estimado determinados índices de desaturación y el riesgo de cáncer de mama, de forma general y por subtipo patológico. Se reclutaron 795 mujeres recién diagnosticadas de cáncer de mama (casos) y 795 mujeres sanas (controles) de entre 18 y 70 años.
La asociación con los ácidos trans de origen industrial fue más fuerte en mujeres pre menopáusicas y en mujeres no obesas. Por el contrario, la asociación con los ácidos trans de origen animal fue particularmente intensa en mujeres postmenopáusicas y en mujeres con sobrepeso u obesidad. Estas asociaciones fueron similares en todos los subtipos patológicos de cáncer de mama.
Fuentes: Gaceta Médica, El Médico Interactivo
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