Científicos de Alemania, Canadá e Italia por primera vez han podido reconstruir de manera concluyente todas esas situaciones que ocurrieron en ese momento utilizando técnicas analíticas de vanguardia y modelos geoquímicos innovadores.
Para su estudio el equipo BASE-LiNE Earth utilizó un archivo medioambiental que anteriormente era descuidado, las conchas de braquiópodos fósiles, estas cochas se depositaron en el fondo del océano Tetis y tuvieron las condiciones ambientales poco antes y al comienzo de la extinción. Al medir los diferentes isótopos del compuesto boro que había en las conchas fósiles el equipo pudo rastrear sus valores de pH, ya que el pH del fondo del mar está acoplado a la concentración de CO₂ en la atmósfera.
El siguiente paso que realizaron fue introducir los datos que estaban relacionados con el boro y las investigaciones basadas en los isótopos del carbono en un modelo geoquímico que simulaba los procesos de la Tierra en esos momentos. Los resultados que se mostraron fue un calentamiento y la acidificación con los océanos por el exceso del CO₂ volcánico, lo que llevó a la extinción de los organismos. También la liberación de CO₂ aumentó las temperaturas globales que fue causado por el efecto invernadero.
Fuentes: Fantasy Mundo y Europa Press
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