LOS LÍPIDOS Y EL OMEGA 3 LOS DEFENSORES FRENTE AL CÁNCER

 Los investigadores planean establecer en pacientes con cáncer una "tarjeta de identificación de lípidos" que enumere los diferentes lípidos que hay en el tejido adiposo.

Entre estas moléculas grasas los lípidos son las más interesantes para la medicina, en realidad también tienen su lado oscuro pero también hay que saber mirar su lado bueno.

Sin embargo, se están acumulando estudios científicos que demuestran que podrían mejorar las condiciones de vida de los pacientes con cáncer.

Consumidos en cantidades razonables son especialmente buenos para nuestra salud, son constituyentes de esenciales de las membranas y de los diversos compartimientos de los orgánulos, también están presentes en la síntesis de muchas hormonas como las corticosteroides y hormonas sexuales, se les llama precursores de estas hormonas.

¿Cómo surgió la idea de combatir el cáncer en la mente de los investigadores? 

De hecho los tumores se desarrollan a partir de las células con mutaciones en los genes que controlan su proliferación, diferenciación y migración.

Es este el sistema que está desconectado en las células cancerígenas esto ocurre en diferentes situaciones, cuando nuestras células se dividen y cometen un error en la replicación de su ADN/DNA     cuando se infectan con ciertos virus, bacterias o parásitos o cuando están sujetas a carcinógenos.

Al comparar la incidencia del cáncer entre los países se dedujo que el estilo de vida podría ser un factor para generar el cáncer.

Por ejemplo el cáncer de mama es mas frecuente en América del Norte y Europa Occidental que en el sudeste asiático.

La proporción de lípidos que se toman en la dieta se han identificado como un factor que marca esa diferencia, de hecho los lípidos pueden tener una influencia favorable o desfavorable en la progresión del cáncer.

Los miembros de la unidad están trabajando para identificar los lípidos dietéticos que pueden mantener un buen estado nutricional en pacientes con cáncer y prevenir la progresión de enfermedades agresivas.

Entre ellos está el DHA(ácido docosahexaenoico) y el EPA(ácido eicosapentaenoico) que han surgido durante los estudios epidemiológicos.

Por tanto los investigadores planean establecer esa tarjeta identificativa para modificar la dieta para promover ciertos lípidos o proporcionarlos en forma de medicamentos, en los que se han modificados las moléculas naturales para ser más efectivos.

Fuentes: Europa Azul, Infosalus

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