RELACIONES ENTRE EL CÁNCER DE MAMA Y LOS ÁCIDOS GRASOS

Un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Salud Carlos III , liderado por el grupo GEICAM  de Investigación en Cáncer de Mama y financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), han estudiado la relación entre los ácidos grasos y el cáncer de mama revelando que las mujeres con altas concentraciones de ácido palmitoleico, ácidos trans de origen animal e industrial y una elevada ratio oleico/esteárico, presenta mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer.

El estudio ha sido realizado por investigadores de 23 hospitales de 9 comunidades autónomas, tratando de evaluar la relación entre los niveles relativos de ácidos grasos en fosfolípidos de membrana, estimando unos índices especificados de desaturación y el riesgo de cáncer. Para ello, reclutaron 795 mujeres sanas y 795 mujeres recién diagnosticadas con cáncer de mama. Todas estas mujeres tenían entre 18 y 70 años y no tenían vínculos familiares unas con otras.

Las personas realizadoras del estudio ofrecieron a los participantes un cuestionario epidemiológico y otro en el que le hacían cuestiones acerca de la frecuencia alimentaria. Además, tuvieron que hacerse un análisis sangre para el estudio de los ácidos grasos.

Los investigadores observaron que las mujeres con elevados niveles séricos de ácido esteárico (presente en carne, pescado y grasas lácteas), ácido linoleico (ácido omega-6 esencial) y una elevada razón araquidónico/dihomo-γ-linoleico presentaron un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Todo lo contrario pasa con elevadas concentraciones de ácido palmitoleico, ácido trans palmitelaídico, ácido trans elaídico y un elevado ratio oleico/esteárico y dihomo-γ-linoleico, los cuales se asociaron a un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.

Las mujeres postmenopáusicas y en las mujeres con sobrepeso u obesidad, la asociación con los ácidos trans de origen animal fue intensa. En cambio, los ácidos trans de origen industrial fueron más fuertes en mujeres premenopáusicas y en mujeres no obesas.

Fuentes: El Médico Interactivo, Gaceta Médica.

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