UN PASO MÁS CERCA EN EL CONOCIMIENTO DEL ALZHEIMER

El Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), liderado por el investigador Javier Sáez, han hallado una nueva alteración en el cerebro de las personas con alzheimer y contemplan la posibilidad de encontrar a corto plazo, un buen biomarcador diagnóstico, y que a largo plazo, este sirva para una intervención terapéutica.

Aunque se han conseguido avances a lo largo de estos últimos años acerca de esta enfermedad, sigue habiendo muchos interrogantes. De hecho, las causas y el desarrollo de ésta, siguen sin ser totalmente claras. Por tanto, las investigaciones continúan, y una de las cuestiones para la que se está buscando una explicación es, por qué la producción de beta amiloide, la proteína que produce el efecto tóxico y que desencadena la patología, aumenta en el cerebro de las personas que presentan la enfermedad.

Investigadores del Instituto de Neurociencias, en el curso de esta investigación, han podido llegar a conocer que la glicosilación del precursor amiloide en el cerebro de enfermos de alzheimer está alterada, de manera que está siendo procesado probablemente de una manera distinta y como consecuencia de esto se desarrolla la enfermedad.

Por tanto, el análisis de la glicosilación de los fragmentos beta-amiloides y a más largo plazo la intervención terapéutica, va a permitir encontrar a corto plazo un buen biomarcador que sirva para el diagnóstico. 

Para poder desarrollar este proyecto, los investigadores utilizaron muestras de cerebro post mortem y en cultivos celulares, y posteriormente tendrán que realizar el análisis en el líquido cefalorraquídeo de los fragmentos de la Proteína Precursora Amiloide (APP) centrados en su glicosilación.

A día de hoy, el alzheimer afecta en España a 1,2 millones de personas, una cifra que se prevé que aumentará hasta triplicarse en las próximas décadas y que además, continúa sin tratamiento. Este aumento será en gran parte debido al Covid-19, cuyo confinamiento ha provocado el aislamiento de las personas de este colectivo que hace aumentar cada día más la pérdida de las capacidades cognitivas.

Fuentes: El Periódico, iSanidad