Los datos presentados por el laboratorio Pfizer y la
biotecnológica Bid NTech sobre su candidata a vacuna contra el Covid ha ilusionado al mundo. El nuevo fármaco se encuentra en la fase 3 y ha mostrado un 90 % de eficacia. Este fármaco tiene muchas posibilidades de convertirse en la primera vacuna en comercializarse con una tecnología revolucionaria llamada ARN mensajero (podría ser el inicio de una nueva era de fabricación de vacunas). Esto significa que la vacuna contiene un ácido nucleico que, cuando se inyecta la vacuna a la célula de una persona, esta se traduce dando lugar a la proteína de la espícula del virus. El sistema inmune lo reconoce y genera anticuerpos y una respuesta inmune, explica Sonia Zúñiga, investigadora del Centro superior de investigaciones científicas (CSIC) y colaboradora del proyecto vacunal de Luis Enjuanes, que también se basa en esto. El objetivo es entrenar el sistema inmune para producir anticuerpos y estimular un tipo de glóbulos blanco.La vacuna de Fisher no usa el propio virus debilitado para que pueda causar enfermedad, sino una parte de él. Se sirve de una cápsula de grasa, que entre nuestras células sin problema, y que lleva en su interior material genético del virus, ese material genético ARN se extrae de las espículas situadas en la envoltura del virus. La ventaja de utilizar este método es que el proceso de fabricación se acelera, pero la desventaja es que son vacunas muy lábiles, poco estables, y puede degradarse y perder eficiencia. La tecnología del ARN se había intentado utilizar con anterioridad para otras enfermedades veterinarias pero nunca humanos.Fuentes: ABC, El Independiente
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