Los iberulitos son polvo atmosférico en el que viajan las enfermedades y son capaces de atravesar incluso un continente. Estas partículas en suspensión han sido analizadas por investigadores de la Universidad de Granada para conseguir averiguar cómo son capaces los virus y las bacterias, que se encuentra pegados a ellas, de a viajar a través de las corrientes atmosféricas las cuales son impulsadas por todo el planeta. Gracias a esta investigación se ha visto que se trata de un factor de transmisión que hay que tener en cuenta a nivel global.
Dichos investigadores han llevado a cabo un estudio a lo largo de varios años en el que se ha aclarado como son capaces de viajar algunas enfermedades por todo el mundo. Lo hacen gracias a los iberulitos que son partículas microscópicas de cuarzo que son capaces de viajar por las corrientes atmosféricas de aire en el cual se van desgastando hasta ser microscópicas y en ellas llevan microorganismos.
Según Jesús Párraga (coordinador de la investigación y edafólogo de la Universidad de Granada) el principal hallazgo del estudio ha sido descubrir que hay ciertas bacterias que tienen la capacidad de utilizar su sistema de defensa para conseguir adherirse a las partículas de polvo que se encuentran suspendidas en el aire (Jesús compara este suceso como si se tratase de una especie de moco con el que se une a la partícula en suspensión).
Este fenómeno se encuentra relacionado con la sequía, ya que se da en lugares donde la temperatura es más alta de lo normal y la erosión del suelo se produce con una mayor facilidad, esto hace que algunos microorganismos se desprendan junto con las partículas erosionadas. Otro camino que pueden tomar estos microorganismos es a través de la arena de los diferentes desiertos del mundo con el cual también consiguen transportarse.
Gracias a este sistema de adhesión son capaces de unirse a partículas de polvo y ser transportadas a miles de kilómetros gracias a las diferentes corrientes atmosféricas haciendo que partículas del Sáhara sean capaces de alcanzar incluso el Himalaya. Esto puede producir una mayor facilidad la hora de que una enfermedad se extienda por todo el mundo.
Dichos investigadores han llevado a cabo un estudio a lo largo de varios años en el que se ha aclarado como son capaces de viajar algunas enfermedades por todo el mundo. Lo hacen gracias a los iberulitos que son partículas microscópicas de cuarzo que son capaces de viajar por las corrientes atmosféricas de aire en el cual se van desgastando hasta ser microscópicas y en ellas llevan microorganismos.
Según Jesús Párraga (coordinador de la investigación y edafólogo de la Universidad de Granada) el principal hallazgo del estudio ha sido descubrir que hay ciertas bacterias que tienen la capacidad de utilizar su sistema de defensa para conseguir adherirse a las partículas de polvo que se encuentran suspendidas en el aire (Jesús compara este suceso como si se tratase de una especie de moco con el que se une a la partícula en suspensión).
Este fenómeno se encuentra relacionado con la sequía, ya que se da en lugares donde la temperatura es más alta de lo normal y la erosión del suelo se produce con una mayor facilidad, esto hace que algunos microorganismos se desprendan junto con las partículas erosionadas. Otro camino que pueden tomar estos microorganismos es a través de la arena de los diferentes desiertos del mundo con el cual también consiguen transportarse.
Gracias a este sistema de adhesión son capaces de unirse a partículas de polvo y ser transportadas a miles de kilómetros gracias a las diferentes corrientes atmosféricas haciendo que partículas del Sáhara sean capaces de alcanzar incluso el Himalaya. Esto puede producir una mayor facilidad la hora de que una enfermedad se extienda por todo el mundo.
Un ejemplo que pone Jesús que nos ayuda a comprender el papel tan importante que tiene este fenómeno es el del meningococo, el cual se encuentra en la arena del Sáhara y cuando hace mucho tiempo tiene la capacidad de unirse a las partículas de cuarzo la cal tiene una serie de aristas afiladas que al inhalarlas pueden hacerte una herida en la nariz y que la bacteria sea capaz de entrar en el cuerpo. Debido a esto ha habido unas 800.000 muertes en los últimos 15 años.
Dichas partículas han sido nombradas como iberulitos, las cuales van limando sus puntas y adquiriendo forma redondeada y al atravesar las nubes consiguen humedad lo que hace que sea un sitio perfecto para que ciertos microorganismos tengan la capacidad de sobrevivir durante un largo tiempo, haciendo que se conviertan en un vector de contagio para diversidad de enfermedades.
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