INVESTIGADORES DEL CIMA DESCRIBEN UNA PROTEÍNA ESENCIAL PARA LA REGENERACIÓN HEPÁTICA



El hígado es el único órgano del ser humano que es capaz de regenerarse después de sufrir una operación que separa tejidos del cuerpo. Hoy en día, no se conocen los mecanismos celulares que intervienen en este proceso regenerativo, por lo que no existe ningún tratamiento que consiga mejorar la capacidad regenerativa del hígado cuando se le somete a una intervención de este tipo.

Científicos del CIMA (Centro de Investigación Médica Aplicada) de la Universidad de Navarra han descrito una proteína que regula y facilita la regeneración del hígado, y a su vez, protege al ADN durante dicha regeneración.

Hasta ahora, se sabía que la proteína XBP1 favorecía la síntesis proteica, pero no se conocían sus funciones en la regeneración del hígado.  

Los hallazgos de estos investigadores han demostrado que XBP1 produce múltiples funciones que permiten una correcta regeneración de este órgano. Una de esas funciones, a destacar, es que se comporta como un guardián de la integridad del ADN, protegiendo al genoma frente al daño que puede experimentar durante la multiplicación celular al regenerarse el hígado.

Experimentando en ratones, los investigadores del CIMA han comprobado que estos animales con déficit de XBP1 en el hígado sufren un mayor número de roturas del ADN, y por tanto, este órgano no consigue regenerarse con normalidad tras una resección parcial. 

Los resultados que se han obtenido en este trabajo contribuyen a mejorar el conocimiento de los mecanismos utilizados por las células hepáticas para proteger su ADN en situaciones de estrés, como cuando el hígado está en regeneración.

Según los investigadores, XBP1 es importante para evitar que se produzcan mutaciones genéticas durante la división celular que podrían conducir a un cáncer de hígado.

Los resultados de este trabajo ya se han publicado en la revista Gastroenterology, muy importante en el área de enfermedades gastrointestinales y hepáticas, y en él también han colaborado científicos del Instituto Europeo de Oncología de Milán (Italia), y ha recibido comentarios muy destacados en su editorial.

FUENTES: IM Médico, ConSalud

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