En las profundidades de los océanos vive una extensa y desconocida variedad de microorganismos que ha podido ser estudiada en pocas ocasiones. Cada año aparecen 2000 nuevas especies. Entre las criaturas que habitan en estas aguas destacan los cefalópodos (pulpos, calamares o nautilos).
Entre los calamares está el "calamar de aletas grandes", que forma parte del grupo de los magnapínidos. Son unas criaturas extrañas, de aspecto alienígena, que se caracterizan por tener además de aletas grandes, unos brazos y unos tentáculos muy largos.
En total, en dos años de investigación se ha logrado ver cinco veces a este calamar. Investigadores, exponen que los múltiples avistamientos han sido muy reveladores debido a que son las primeras observaciones de “calamares de aletas grandes” en aguas australianas, y duplican las observaciones de estos animales en el hemisferio sur, apoyando la hipótesis de que son animales distribuidos por todo el globo.
Además, se ha observado varios ejemplares en una zona relativamente próxima, entre los que se han encontrado animales no heridos y ejemplares juveniles. Además, la tecnología láser ha permitido medir con más precisión el tamaño del cuerpo de estos calamares.
Los investigadores describen su hábitat, su coloración y nuevos detalles de su comportamiento como un ejemplo horizontal de su pose de los codos (por la que doblan sus tentáculos en ángulo recto mientras están suspendidos), así como del enrollamiento de sus filamentos.
Las observaciones han mostrado que estos animales están casi todo el tiempo cerca del fondo, a profundidades batiales (de 200 a 2.000 metros) y abisales (de 2.000 a 4.000 m), conviviendo con pepinos de mar nadadores, erizos verdes y crinoideos. Suelen vivir en zonas de sedimentos blandos, en canales erosión y en la parte superior de cañones submarinos.
Tienen tamaños que van de los 183 centímetros al metro de longitud total. Su color es marrón anaranjado, con matices rosas y partes translúcidas, mientras que sus tentáculos son blancos y sus ojos muy oscuros.
Lo que más llama la atención es su comportamiento. Se quedan suspendidos en vertical, con sus brazos en perpendicular al fondo marino. Además, se han observado dos nuevos comportamientos: Por una parte, el calamar de la especie Magnapinna sp enrolla sus largos tentáculos en espirales, para recogerlos, y se les ha visto en posición horizontal, con los brazos extendidos y muy cerca del fondo.
En total, en dos años de investigación se ha logrado ver cinco veces a este calamar. Investigadores, exponen que los múltiples avistamientos han sido muy reveladores debido a que son las primeras observaciones de “calamares de aletas grandes” en aguas australianas, y duplican las observaciones de estos animales en el hemisferio sur, apoyando la hipótesis de que son animales distribuidos por todo el globo.
Además, se ha observado varios ejemplares en una zona relativamente próxima, entre los que se han encontrado animales no heridos y ejemplares juveniles. Además, la tecnología láser ha permitido medir con más precisión el tamaño del cuerpo de estos calamares.
Los investigadores describen su hábitat, su coloración y nuevos detalles de su comportamiento como un ejemplo horizontal de su pose de los codos (por la que doblan sus tentáculos en ángulo recto mientras están suspendidos), así como del enrollamiento de sus filamentos.
Las observaciones han mostrado que estos animales están casi todo el tiempo cerca del fondo, a profundidades batiales (de 200 a 2.000 metros) y abisales (de 2.000 a 4.000 m), conviviendo con pepinos de mar nadadores, erizos verdes y crinoideos. Suelen vivir en zonas de sedimentos blandos, en canales erosión y en la parte superior de cañones submarinos.
Tienen tamaños que van de los 183 centímetros al metro de longitud total. Su color es marrón anaranjado, con matices rosas y partes translúcidas, mientras que sus tentáculos son blancos y sus ojos muy oscuros.
Lo que más llama la atención es su comportamiento. Se quedan suspendidos en vertical, con sus brazos en perpendicular al fondo marino. Además, se han observado dos nuevos comportamientos: Por una parte, el calamar de la especie Magnapinna sp enrolla sus largos tentáculos en espirales, para recogerlos, y se les ha visto en posición horizontal, con los brazos extendidos y muy cerca del fondo.
Fuentes: El Nuevo Mundo, ABC
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