POSIBLE ANTICUERPO CONTRA EL COVID-19

Tras una exhaustiva investigación, científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle (Estados Unidos) han dado a conocer la estructura de un posible potente anticuerpo contra el Covid-19.

Estos han podido demostrar que este anticuerpo se interpone con una característica clave en la superficie de los distintos picos del virus y como consecuencia, numerosas piezas de esos picos se rompen en el proceso.

Para llegar a estos resultados, los investigadores aislaron el anticuerpo, una pequeña proteína en forma de Y (de las principales armas del cuerpo contra todos los patógenos), a partir de una muestra de sangre de un paciente de Covid-19 en los primeros días de la pandemia.

Los científicos anunciaron que el anticuerpo aislado era 530 veces más potente que cualquiera de los numerosos anticuerpos generados por el paciente. Se trata por tanto, de un anticuerpo de gran importancia denominado CV30 del que se ha podido trazar un mapa molecular a través de herramientas derivadas de la física de alta energía.

El resultado final de su investigación consiste en un conjunto de imágenes 3D producidas por ordenador que para quien no sea experto en la materia parecerán insignificantes, pero a los científicos, sin embargo, les permiten ver las formas exactas de las proteínas que formas las estructuras superficiales de los anticuerpos, el pico del coronavirus y el sitio de unión del pico en las células humanas, de forma que estas piezas son capaces de encajar como piezas de un rompecabezas tridimensional.

Además, Marie Pancera, una de las responsables del estudio, dice que el anticuerpo neutraliza el virus con dos mecanismos. El primero es que este anticuerpo se superpone al sitio objetivo del virus en las células humanas, y el segundo, es que lleva a la eliminación de parte de la espiga del resto.

Este anticuerpo presenta en su superficie una mancha en las puntas de todos sus brazos flexibles en forma de Y, y este parche infinitesimal de moléculas puede extenderse claramente a través de un punto en la espiga del coronavirus, un sitio que de otra manera funciona como un gancho para agarrar un sitio de acoplamiento de células humanas.

Sabemos, además, que la capacidad del Covid-19 para infectar células disminuye cuando éste no puede acoplarse fácilmente con el receptor ACE2, una proteína que se encuentra en las superficies de las células que recubren los tejidos de los pulmones y los vasos sanguíneos humanos. Todo esto ocurre si los anticuerpos CV30 cubren esos ganchos de agarre del coronavirus.

Finalmente, los investigadores realizaron un experimento basado en la proteína S1, muy importante en la ayuda al coronavirus para la entrada en la célula, pues después de que el pico hace el contacto inicial con el receptor ACE2, la proteína S1 se balancea para ayudar al virus a fusionarse con la superficie de la célula capturada y deslizarse hacia el interior. Cuando el virus ya está dentro de la célula, empieza a coger componentes del interior destinados a la creación de genes y proteínas para hacer copias de sí mismo y así poder salir e infectar a otras células.

En esta parte, el anticuerpo CV30, también tiene una importante función, pues no solo atasca el extremo de la punta del coronavirus, sino que además causa que la S1 se corte.

El CV30 junto con otras proteínas deben ser antes probados clínicamente y luego en ensayos con humanos. Aun así, el equipo de investigación tiene la esperanza de que este anticuerpo pueda ser útil en la prevención o el tratamiento del Covid-19.

Fuentes: ConSaludTelecinco

Comentarios