PROTEÍNA CLAVE EN TRATAMIENTOS DE CÁNCER

Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (EEUU) han encontrado una proteína clave para controlar cómo las células crecen, proliferan y funcionan y durante mucho tiempo están implicadas en el desarrollo de tumores. Los hallazgos, publicados esta semana en la revista 'Genes and Development', podrían conducir a nuevas terapias para el tratamiento de distintos cánceres. 

Durante décadas, los científicos han sabido que la proteína Cinasa dependiente de ciclina 7 (CDK7) juega un papel fundamental en ayudar a todos los tipos de células a transcribir o decodificar las instrucciones genéticas proporcionadas por su ADN. Cada célula contiene la misma vasta biblioteca o genoma. Pero una célula del riñón puede recurrir a diferentes secciones de esa biblioteca para obtener instrucciones que, por ejemplo, una célula de la piel o una célula del corazón. CDK7 ayuda a garantizar que cada célula acceda a las instrucciones correctas en el momento adecuado, guiando qué genes se activan y desactivan. 

A pesar de su significación durante el desarrollo humano y para el funcionamiento de las células, las células cancerosas pueden aprovechar la CDK7 para impulsar el crecimiento descontrolado. Los científicos han descubierto que la proteína puede impulsar la proliferación descontrolada de ciertos cánceres, incluidos los cánceres de mama "triple negativos", se caracterizan por ser más agresivos y no responder bien a los tratamientos habituales. 

Utilizando diferentes técnicas analíticas, bioquímica básica y secuenciación genética de próxima generación, el equipo identificó, por primera vez, los cientos de proteínas específicas que CDK7 enciende o apaga, proporcionando una visión de su función en las células. El estudio también reveló que CDK7 desempeña un papel en diferentes etapas de la transcripción (decodificación del genoma), dando forma a lo que se conoce como "empalme transcripcional", en el que las partes innecesarias del genoma transcrito se eliminan para dejar solo las necesarias para la tarea celular en cuestión. 

En particular, los errores en el empalme se han relacionado con innumerables enfermedades, incluidos los cánceres de sangre. CDK7 sirve como un "regulador maestro" de otras enzimas clave, activándolas para impulsar aún más los programas de transcripción. Los defectos en la ejecución de dichos programas se han relacionado con enfermedades cognitivas, incluida la enfermedad de Alzheimer y trastornos raros del desarrollo, incluidas deformidades de la cabeza y la cara. 

Cuando se une a un complejo de 10 proteínas más grande, conocido como TFIIH, es en gran parte inactivo. Pero cuando se interrumpe por sí solo, su actividad aumenta. Actualmente se están llevando a cabo ensayos de fase 1 para administrar la última versión de inhibidores de CDK7 a pacientes con cáncer de mama, colorrectal, pulmón, ovario y páncreas resistentes a los medicamentos. Los hallazgos del nuevo estudio sugieren que tales medicamentos son prometedores.

La investigación también podría conducir a terapias de próxima generación que, en lugar de silenciar la proteína por completo, la atacarían solo en su fase liberada y más activa. Esto podría resultar en inhibidores más selectivos que serían menos dañinos para las células sanas, con menos efectos secundarios. 

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