Las moléculas, localizadas en la membrana celular, actúan como una señal que induce la transición de las células embrionarias a células madre hematopoyéticas.
Las proteínas o lípidos de la membrana celular pueden modificarse mediante la incorporación de moléculas de azúcar. El proceso, conocido como glucosilación, desempeña un importante papel en la formación de las células sanguíneas.
A medida que el crecimiento del embrión se desarolla, algunas de las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos inician su transformación en células madre que producirán los hemocitos. Esto permitió identificar la combinación de azúcares que ayudan a controlar el destino celular de las células endoteliales.
Se determinó que la mezcla correcta de azúcares depende del micro-ARN 223, ya que este regula algunas de las enzimas implicadas en la glucosilación, y cuando han sido añadidos los glúcidos pertinentes en la membrana celular, empieza una cascada de señales que activan y desactivan la expresión de distintos genes en las células endoteliales.
Los científicos modifican el proceso en el laboratorio, con el objeto de producir potenciales células madre hematopoyéticas que podrían usarse para tratar enfermedades como la leucemia.
Fuentes: Investigación y Ciencia, Nature
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