EL PEGAMENTO DEL CÁNCER

En muchos tipos de cáncer, unos de los signos reveladores es la proteína PRC1, que es esencial para la división celular. En una investigación, publicada en Developmental Cell, mostró que el PRC1 actuaría durante la división celular como un “pegamento”, cuya función sería controlar de forma precisa la velocidad a la que dos conjuntos de ADN se separan cuan la célula se divide. Por tanto, dicho descubrimiento explica que el exceso o escasez de PRC1 interrumpe el proceso y causa errores genómicos que estarían relacionados con el cáncer.

Durante la etapa mitótica de la división celular, una sola célula debe copiar su ADN en dos conjuntos idénticos, y luego separar ese ADN en dos nuevas células hijas. Es un acto físico, y la estructura celular que lo realiza, el huso mitótico, mediante fuerzas mecánicas para completar la tarea. El problema es que si dicho proceso se estropea, las células trabajan con el manual de instrucciones equivocado, lo que podría suponer el crecimiento incontrolable del cáncer.

El huso se forma cuando dos centrosomas se colocan en lados opuestos de los dos conjuntos de cromosomas recién creados y se agrupan cerca del centro de la célula. Una densa red de microtúbulos se extiende desde los centrosomas rodeando y conectando los cromosomas. Después los microtúbulos, ayudados por proteínas y proteínas motoras, empiezan a acortarse y a deslizarse, tirando de los cromosomas hacia los centrosomas, hasta que los dos conjuntos se separen.


El PRC1 es un "cross-linker", una larga y elástica molécula con una cabeza en cada extremo que une los dos microtúbulos a lo largo de su longitud. Próximo al centro del huso mitótico, grandes cantidades de PRC1 unen grupos de microtúbulos en haces.

El equipo de Forth creó una versión controlada del mecanismo de deslizamiento de los microtúbulos en el laboratorio y utilizaron técnicas de atrapamiento óptico, que se basa en un rayo láser fuertemente enfocado que atrae un objeto, el objetivo era medir la fuerza de fricción que el PRC1 ejerce entre los microtúbulos que se deslizan.

El equipo también vio que el PRC1 es una molécula fluorescente, por lo que utilizaron un microscopio de fluorescencia de reflexión interna total para recoger imágenes del experimento, lo que les permitió observar su movimiento y distribución cambiante a medida que los microtúbulos se separaban.

Forth y sus compañeros encontraron que cuanta más proteína había en el sistema, los microtúbulos encontraban más resistencia al moverse. El PRC1 se comporta como un pegamento que mantiene la célula unida.

En conclusión, si no tienes esta proteína la célula falla en la división. Si tienes demasiada, se encoge y mantiene todo demasiado unido, lo que puede ser la forma en que esta proteína se vincula al cáncer. Lo bueno es que esta investigación podría haber creado una base para futuras estrategias contra el cáncer.

Fuentes: Infosalus, ecancer

Comentarios