OCHO GENES PUEDEN DAR LUGAR A OVOCITOS

Ocho genes son suficientes para la producción de proteínas encargadas de controlar a los genes que pueden transformar directamente células madre de ratón en células maduras parecidas a ovocitos, e incluso pueden fertilizarse como óvulos.

Este descubrimiento, publicado en la revista Nature, ofrece nuevos conocimientos acerca del desarrollo del óvulo y podría ser un avance significativo para la medicina reproductiva, principalmente en las terapias de reemplazo mitocondrial, donde partes de los ovocitos son sustituidos con el fin de prevenir la transmisión de madre a hijo de enfermedades asociadas a las mitocondrias.

Los ovocitos se almacenan en el cuerpo hasta su maduración, cuando se convierten en óvulos preparados para la fertilización. Por tanto, representan el paso inicial para la creación de una nueva vida humana.

La capacidad de producir los numerosos tipos de células altamente diferenciadas que se necesitan para poder crear una persona hace que los ovocitos sean únicos y extraordinarios. Un factor esencial de esta capacidad es la complicada combinación de sustancias que se encuentran en el interior del citoplasma.

Los autores del estudio citan que los ovocitos y su citoplasma son tan especiales que reemplazan el núcleo con ADN del ovocito por cualquier célula del cuerpo. Este proceso, denominado transferencia nuclear de células somáticas, es capaz de producir una nueva vida.

Por consiguiente, comprender los procesos y el desarrollo de los ovocitos es de suma importancia para promover la medicina reproductiva y una mejor comprensión de cómo se reproduce la vida. No obstante, el conocimiento de los muchos genes que coordinan el desarrollo de los ovocitos ha de evolucionar.

Una vez se ha analizado el desarrollo de ovocitos de ratón, científicos de la Universidad de Kyushu, dirigidos por Hayashi, han logrado identificar ocho genes necesarios tanto para el crecimiento de los ovocitos como para convertir las células madre de ratón en células muy similares a ovocitos.


El equipo de Hayashi trabajó con investigadores del instituto RIKEN y halló que las células madre embrionarias de ratón y las células madre pluripotentes inducidas (iPS) se transforman continuamente en células semejantes a ovocitos cuando se ven obligadas a elaborar el conjunto de ocho factores de transcripción y, en algunas ocasiones, sólo cuatro factores son necesarios, aunque su reproducibilidad es peor.

Hayashi indica que es conveniente que las células madre puedan convertirse directamente en células parecidas a ovocitos sin seguir la misma secuencia de movimientos que acontecen de forma natural.

Asimismo, al cultivarse estando presentes otras células que suelen encontrarse en torno a los ovocitos, la estructura desarrollada por estas células parecidas a los ovocitos era similar a los óvulos maduros, pero con una estructura cromosómica anómala. Sin embargo, las células maduras similares a los ovocitos aún pueden fertilizarse in vitro, así como exhibir un desarrollo temprano. Algunas de ellas hasta progresaron a un período de ocho células.

Pese a que consideran que los núcleos modificados de estas células pueden no sobrevivir a largo plazo, esto no supone un problema para aplicaciones que requieren principalmente el citoplasma de ovocitos, como la investigación en biología reproductiva y tratamientos tales como la terapia de reemplazo mitocondrial.

Hayashi concluyó: “El citoplasma de los ovocitos es un recurso valioso en medicina y biología reproductiva. Este método puede proporcionar una herramienta innovadora que puede producirse en masa sin procedimientos invasivos extensos. Aunque el proceso puede resultar aún más complicado para los humanos, estos resultados preliminares obtenidos en ratones son muy prometedores”.

Fuentes: ABC, Infosalus

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