Además de la herencia de los progenitores, el color del iris se forma en función de varios genes y, por tanto, para saber qué color de ojos tendrá un recién nacido hay que valorar que sus padres tienen detrás una carga genética diversa y que, en el momento en que ambas se crucen, las probabilidades son muchísimas.
El color no viene dado solo por los progenitores, en este sentido los expertos disponen de suficiente conocimiento sobre algunos genes que pueden determinar los colores más habituales, como el marrón, el azul y el verde. No obstante, como explican en el Instituto Catalán de la Retina (ICR), continúan trabajando para averiguar ''cómo se forma otros como el color avellana, el gris azulado y otras combinaciones.
La creencia de que el color de los progenitores o de los abuelos determina el color de los ojos no es del todo cierta, ya que juegan un papel fundamental todos los genes. En este sentido, los científicos siguen estudiando qué sucede exactamente en el cruce de las cargas genéticas de cada progenitor y qué factores pueden influir en que unos genes tengan prioridad sobre otros a la hora de determinar el color. Por eso, no es tan raro que un bebé tenga los ojos marrones y que sus progenitores los tengan azules ya que la transmisión de características genéticas es muy compleja.
Los tres primeros años de vida los ojos se oscurecen, el color de los ojos también depende de la distribución de la melanina porque a mayor cantidad ''los ojos serán marrones'' y a menor ''serán más claros''. Este pigmento situado en el iris es el que hace únicos a los ojos de cada persona.
Al nacer, la mayoría de bebés tienen los ojos más claros o azulados, pero se pueden oscurecer durante los tres primeros años de vida en función del desarrollo de la melanina. Cabe destacar la predominancia de los colores oscuros sobre los claros, ya que ''el marrón suele ganar al verde, y el verde, al azul''. No obstante, según los expertos, no es tan fácil de predecir debido a que la transmisión de los rasgos genéticos de padres a hijos es un proceso sumamente complejo.Según la American Academy of Ophthalmology, los ojos color café son los más comunes en todo el mundo y los verdes los menos frecuentes. ''Solo cerca de un 2% de la población mundial tiene ojos verdes'',destacan. La formación de este color no se debe solo a la cantidad y distribución de la melanina, sino también a la forma en la que se dispersa la luz al reflejarse en el ojo.
Hay personas que tienen incluso un ojo de cada color, esto se conoce como heterocromia y es algo que puede estar presente al nacer o puede desarrollarse más tarde. Además, hay personas con albinismo que tienen muy poca o casi nada de melanina y, como consecuencia, el color de sus ojos puede ser muy claro, incluso rosa o rojo.
Fuente: 20 Minutos, Infosalus.
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