FIBRILACIÓN AURICULAR

Un estudio publicado en el "European Journal of Preventive Cardiology" ha dicho que la hipertensión arterial causa fibrilación auricular y que esto no está impulsado por la presencia de otros factores como, la enfermedad de las arterias coronarias o la obesidad, como ha explicado la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad española de cardiología.
Lo novedoso de este método es que se ha analizado la relación de estas enfermedades mediante la aleatorización mendeliana, un método que utiliza variantes genéticas para determinar una asociación observacional entre un factor de riesgo como la hipertensión arterial, y un resultado como la fibrilación auricular. "Se basa en que, durante el desarrollo del ser humano, la meiosis celular hace que los individuos se repartan en una distribución aleatoria, bien para heredar una variante genética que afecta a un factor de riesgo, como por ejemplo la hipertensión arterial, o bien para heredar dicha variante."

Las variantes genéticas generalmente no están asociadas con factores de confusión, por lo que hay diferentes resultados en la aparición de la FA entre unos individuos y otros, podrían atribuirse a la diferencia en el factor de riesgo y apoyaría un efecto casual.

Para investigar si la presión arterial tiene un impacto directo sobre el riesgo de fibrilación auricular los investigadores utilizaron las bases del genoma completo (GWAS) incluyendo la presión arterial y la fibrilación auricular de más de 1 millón de personas europeas, de las cuales 60.620 tenían fibrilación auricular y 994.216, no. El primer paso fue identificar 894 variantes genéticas asociadas a la presión arterial, estas variables estaban asignadas naturalmente de forma aleatoria entre todos los participantes desde el momento de su concepción, dando a cada individuo un nivel de presión arterial.

Los investigadores analizaron la asociación entre la presión arterial y la fibrilación auricular, obtuvieron que cada aumento de 1 mm Hg en la presión arterial sistólica, la arterial diastólica y la de pulso se asocia con un aumento relativo en el riesgo de fibrilación auricular. Esa asociación se mantuvo pese a excluir los polimorfismos genéticos relacionados con la obesidad o la enfermedad isquémica.
Estos resultados son importantes porque sostienen la hipótesis de que la fibrilación auricular es prevenible y controlar estrictamente la presión arterial es una estrategia muy eficaz.

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