El hígado realiza funciones vitales incluida la desintoxicación química, la producción de proteínas sanguíneas, la secreción de bilis y la regulación del metabolismo energético. Estructuralmente, el hígado está compuesto por unidades de tejido llamadas lóbulos que, cuando se cortan, se asemejan a panales.
Durante los últimos 10 años, se ha debatido si todos los hepatocitos del lóbulo contribuyen a la producción de nuevas células. Los esfuerzos anteriores para identificar las células más responsables de la regeneración del hígado se vieron obstaculizados por la falta de marcadores para distinguir y comparar las funciones de distintos tipos de hepatocitos en diferentes regiones del hígado.
Científicos en el laboratorio de Zhu abordó este problema comparando los genes que marcan los hepatocitos en todo el hígado. Usando este enfoque, identificaron genes que solo estaban activados por subconjuntos específicos de hepatocitos, y luego utilizaron estos genes como marcadores para distinguir las identidades y funciones de diferentes subconjuntos de hepatocitos.Crearon 11 nuevas cepas de ratones, cada una de las cuales lleva un marcador para un subconjunto. Junto con tres cepas previamente establecidas, los investigadores observaron cómo las células marcadas se multiplicaban o desaparecían con el tiempo y cuáles eran las responsables de la regeneración del hígado después del daño.
Los investigadores descubrieron que las células de la zona 2 dieron lugar a nuevos hepatocitos que poblaron las tres zonas de los lóbulos del hígado, mientras que las células de las zonas 1 y 3 desaparecieron. El laboratorio también expuso a los ratones a sustancias químicas que imitaban formas comunes de daño hepático, lo que demuestra que las células de la zona 2 eran más capaces de evadir la muerte, regenerar los hepatocitos y mantener la función hepática.
Para obtener más información sobre los mecanismos que utilizan los hepatocitos en la zona 2 para regenerar la función hepática, los miembros del laboratorio Zhu realizaron pruebas genéticas para buscar genes importantes para el crecimiento y la regeneración.
Descubrieron una vía conocida como eje IGFBP2-mTOR-CCND1 que estaba activa en la zona 2, pero menos en las zonas 1 y 3. Cuando eliminaron componentes de esta vía de ratones, las células de la zona 2 ya no dieron lugar a nuevos hepatocitos, estableciendo que este era el mecanismo responsable de la capacidad regenerativa de las células de la zona 2.Además, las herramientas que crearon los científicos para estudiar diferentes tipos de hepatocitos se pueden usar para examinar cómo responden las diferentes células a daño hepático o cambios genéticos que causan cáncer de hígado.
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