Recientemente se ha comprobado que al hacer que las bacterias lleguen a lugares como el espacio, estas son capaces de resistir y sobrevivir, por lo tanto se ha planteado una idea para conseguir que cultiven plantas en Marte u otros lugares externos. Unos meses atrás, en el mes de febrero concretamente, los resultados del experimento MARSBOx que significa Microbes in Atmosphere for Radiation, Survival, and Biological Outcomes Experiment, que exponía la maravillosa capacidad de estos microorganismos para sobrevivir a situaciones tan extremas, se llegó a la conclusión de que unas determinadas especies de bacterias pueden sobrevivir en Marte, de las cuales ya se han descubierto cuatro en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Los organismos que tienen la capacidad a dichas condiciones se denominan extremófilos, fundamentalmente destacan las bacterias termófilas, que aguantan a muy altas temperaturas, los halófilos son capaces de vivir en altas concentraciones de sal y por último, aquellas que sobreviven a altas temperaturas por ejemplo la bacteria Deinococcus radiodurans. Entre estas bacterias, destaca la cepa arqueana 121, que es la que ha conseguido batir el record de soportar mayor temperaturas y además es capaz de reproducirse.
Estas especies probadas en 8 superficies distintas de la EEI determinan de tres de las cuatro existentes son muy recientes y pertenecen al género Methylobacterium, que pertenecen al grupo de las proteobacterias, conocidas por ser fijadoras de nitrógeno y gracias a esta cualidad, los investigadores piensan que podrían contribuir a criar plantas en Marte. Las plantas son autótrofas, fabricando así lo que necesitan para su consumo creado a partir de sustancias inorgánicas, por lo que no necesitan la alimentación de otros seres vivos como necesitarían los heterótrofos.
Las plantas no pueden tomar el nitrógeno del aire con la facilidad que adquieren el oxígeno, lo toman de compuestos como el amoniaco, quienes realizan la conversión para que las plantas puedan consumir el nitrógeno, son estas bacterias mencionadas anteriormente, que son capaces de fijar el nitrógeno. La diferencia entre la Tierra y Marte es que las atmósferas tienen respectivamente 74% y 3% de cantidad de nitrógeno. También cabe destacar que el suelo de Marte es muy rico en óxidos de muchos elementos como por ejemplo sería el hierro. Esto no favorece el crecimiento de las plantas.
Aún así, la posibilidad de practicar la agricultura espacial es muy emocionante y encontrar diferentes tipos de bacterias que sean capaces de sobrevivir en Marte también lo es.
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