CÓMO CONTROLAN LAS BACTERIAS A LAS CÉLULAS INFECTADAS

Los antibióticos son uno de los tratamientos más usados cuando se produce una infección en el organismo. El problema es que pueden eliminar la flora bacteriana beneficiosa para el organismo y alterar la microbiota, lo que podría llegar a favorecer la colonización de las bacterias.

Sin embargo, esto podría quedar atrás gracias al descubrimiento de un equipo de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los cuales han logrado descifrar cómo las bacterias controlan a las células durante una infección, lo que podría ayudar a mejorar tratamientos y vacunas.

Existen muchas bacterias patógenas, como la Salmonella o la Escherichia coli, que pueden poner en riesgo la salud de las personas. Según dicha investigación, publicada en la revista Science, las bacterias patógenas incorporan proteínas dañinas en la célula, denominadas efectores. Estos efectores reprograman las funciones de la célula a favor de la bacteria, con lo que toman el control y evitan que se manden señales de alarma al sistema inmune.

A pesar de ello, las bacterias patógenas tienen muchos efectores diferentes que toman el control de la célula con interacciones complejas, motivo por el que no se había conseguido analizar este proceso, pero con experimentos en laboratorio ayudados con inteligencia artificial se ha logrado.

Para ello se ha usado la bacteria, Citrobacter rodentium, que infecta a ratones pero que está emparentada con las cepas de Escherichia coli. Se han construido más de 100 cepas, cada una con una combinación distinta de efectores, y se han analizado sus consecuencias en las células infectadas en el intestino de los ratones y en el sistema inmune.

El principal descubrimiento es que los efectores son capaces de cooperar entre ellos para formar redes con funciones solapantes, de esta manera las bacterias pueden lograr su objetivo de colonizar incluso si carecen de más del 60% de las proteínas efectoras.

El autor del estudio David Ruano Gallego dijo que si se aprendiera como actúan cada conjunto particular de dichas moléculas bacterianas , se podrían diseñar tratamientos individuales para cada infección. También ha informado de que gracias a estos resultados se podrá usar información de inteligencia artificial para entender de mejor manera cómo se producen otras enfermedades intestinales, como el cáncer o la colitis ulcerosa.

Además, también permitirá que se investigue más en otras alternativas para combatir las infecciones sin necesidad de utilizar antibióticos, que poseen ese riesgo de alterar y destruir la microbiota y la flora intestinal.

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