DESARROLLAN NUEVOS DESINFECTANTES BIOCIDAS CONTRA BACTERIAS Y HONGOS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2050 las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria serán la principal causa de muerte en todo el mundo, por encima de las muertes producidas por cáncer o por enfermedades cardiovasculares. El problema se agrava con la aparición de nuevas bacterias y otros patógenos resistentes a la mayoría de los antibióticos, debido principalmente al mal uso de estos.

El Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), forma parte del consorcio del proyecto MULTICIDE, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), que ha conseguido desarrollar con éxito diversas formulaciones de compuestos biocidas en forma de espray con gran eficacia en el laboratorio frente a bacterias y hongos. Estos productos ya se están probando en hospitales como el Hospital Universitari i Politènic La Fe de València.

Gracias a su resistencia y a la generación de biofilms, estos microorganismos son capaces de sobrevivir a los desinfectantes actuales y crear reservorios en sitios como las UCI y los quirófanos, desde donde se transmiten a los pacientes. Por todo ello, los equipos de control de infecciones consideraron prioritario desarrollar nuevas estrategias de desinfección para eliminar los microorganismos de las áreas de mayor riesgo en los hospitales y prevenir así las infecciones de pacientes y trabajadores.

La idea del proyecto MULTICIDE, incluido en la convocatoria 2019 de proyectos estratégicos en cooperación de la AVI, es combinar la eficacia probada de desinfectantes habituales, como las sales de amonio cuaternario, con otros compuestos que aportan otras funciones complementarias. De esta manera, se ataca a los microorganismos por varios frentes y se reduce la posibilidad de que estos patógenos desarrollen resistencia. Por otro lado, se persigue un aumento del período de asepsia, lo que reduce la frecuencia necesaria de aplicación con respecto a los sistemas de desinfección utilizados en la actualidad.

Además, los nuevos productos desarrollados gracias a este trabajo de investigación incluyen componentes específicos que inhiben o retrasan la formación de biofilms, lo que evita que las superficies tratadas sean colonizadas por microorganismos patógenos y desde ahí puedan contaminar otros objetos o personas.

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