EN BUSCA DE VIRUS PREHISTÓRICOS

Un equipo de científicos del Centro Estatal de Investigación Vektor y de la Universidad Federal del Nordeste, ambos ubicados en Rusia, ha puesto en marcha un proyecto para estudiar tejidos animales conservados en el Museo del Mamut de Yakutia, capital de la República de Sajá, en Siberia oriental.

Los restos de estos animales que se han conservado durante siglos en el permafrost de Siberia pueden contener paleovirus (virus fósiles) o fragmentos de este tipo de agentes infecciosos que podrían ayudar a entender la evolución de los virus modernos.

Gran parte de los microorganismos encontrados ha sido causa de la fusión del permafrost. Y es que, a medida que el cambio climático provoca el aumento generalizado de la temperatura en todo el planeta, antiguos patógenos de los cuales no estamos inmunizados podrían salir a la luz al derretirse las capas permanentemente congeladas.

Según advierten los investigadores, el análisis de estos tejidos les permitirá evaluar la biodiversidad de microorganismos, cuyo ADN y ARN podría conservarse entre los restos. Además, este mayor conocimiento les convertiría en los mayores expertos en esta nueva disciplina, la paleobiología, la cual seguirá abriéndose paso a medida que las temperaturas vayan acelerando la fusión del hielo en todas las latitudes del planeta, especialmente aquellas regiones próximas a las zonas polares.

Para la realización del estudio, explica Olesya Okhlopkova, investigadora del Departamento de Biofísica y Estudios Ecológicos, se realiza primero un orificio en los restos biológicos para obtener muestras de tejidos blandos. Acto seguido se colocan en tubo de ensayo y se practica un estudio molecular estándar: primero se aíslan los ácidos nucleicos y se secuencia el genoma completo del animal, lo cual permite obtener información acerca de la biodiversidad de los microorganismos de la muestra. 

"Si los ácidos nucleicos no se destruyeron, podremos obtener datos sobre su composición y establecer cómo cambió y cuál fue su desarrollo evolutivo. Una vez realizado este proceso es posible determinar el potencial epidemiológico de los agentes infecciosos existente en la actualidad" comenta la profesora Okhlopkova.

Fuentes: National Geographic, La Vanguardia

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