MOHO MUCILAGINOSO ALMACENADOR DE RECUERDOS

 Memorizar donde se hallan las fuentes de alimentos o las posibles amenazas resulta clave para tomar decisiones y sobrevivir en entornos complejos.

Ahora, Mirna Kramar y Karen Alim del Instituto Max Planck de Dinámica y Auto-organización en Gotinga describen el modo en que el moho mucilaginoso ("Physarum Polycephalum") almacena los recuerdos en su propia estructura celular.

En 2008, investigadores japoneses recibieron el Premio Nobel de ciencias cognitivas por demostrar la capacidad de este moho para resolver laberintos, en su trabajo publicado por la revista Nature en septiembre de 2000.

Este hongo también conocido como "hongo de muchas cabezas" el "Physarum Polycephalum" es un organismo eucariota unicelular, es decir formado por una célula, con una intrincada y dinámica red de túbulos que conforman su esqueleto.

De acuerdo con los experimentos realizados por Kramar y Alim, la estructura del moho se reorganiza en respuesta a una fuente cercana de nutrientes cercana, con el objetivo de migrar hacia ella.

Las autoras postulan que la secreción de una molécula química en el lugar donde se halla el nutriente desencadenaría los cambios observados. Al parecer dicha molécula ablandaría la pared de los túbulos dilatándolos.

Nuestro sistema nervioso está compuesto por los nervios, la médula espinal y el cerebro. Gracias a este sistema podemos almacenar y recuperar información que nos ayudará a tomar decisiones en experiencias previas.

La capacidad de tener memoria siempre se ha vinculado a los animales complejos, sin embargo existe un organismo unicelular eucariota capaz de almacenar recuerdos, es el hongo mucilaginoso conocido como moho del limo.

El moho del limo se considera la célula más grande del mundo e incluso aparece en el Libro Guiness de los records, esta célula tiene un gran cuerpo del cual parten tubos interconectados que se crean y destruyen según sea necesario formando redes complejas. A pesar de constar de una sola célula parece que almacena información y la utiliza para tomar decisiones futuras.

En principio el moho del limo es capaz de crear recuerdos sin tener sistema nervioso, cuando el moho encuentra alimento libera una sustancia desde esa zona que se va extendiendo por el resto de la célula.

Una vez que la membrana se reblandece crea una especie de cicatriz que recuerda a la célula donde encontró alimento.

Fuentes: Investigación y Ciencia, Quo

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