¿POR QUÉ NO NOS HEMOS EXTINGUIDO?

Un equipo internacional de investigadores liderados por la Universidad de Granada ha hallado 267 genes relacionados con la creatividad que actuaron como "arma secreta" para evitar la extinción del Homo sapiens.

En este estudio han participado los investigadores del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada (UGR), el Instituto Andaluz Interuniversitario de Investigación en Ciencias de Datos Inteligencia computacional (DaSCI) y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.Granada) a los cuales se les han sumado investigadores de la Universidad de Washington y del Museo Americano de Historia Natural de New York junto con colaboradores de Finlandia y Houston.

Gracias a la participación de todos estos centros ha sido posible la combinación de Inteligencia Artificial, Genética Molecular, Neurociencia, Psicología y Antropología, disciplinas que han permetido la identificación de los 267 genes que intervienen en la creatividad.

Mediante el uso de marcadores genéticos, datos de expresión génica y de imágenes de resonancia magnética de cerebro integradas en base a técnicas de Inteligencia Artifical, los científicos han identificado las zonas donde esos genes actúan y que están involucradas en la autoconsciencia y la creatividad humana.

"Estos genes confirieron al Homo sapiens una mayor aptitud física que los homínidos hoy extintos al proporcionarles mayor resistencia al envejecimiento, lesiones y enfermedades" señalan los autores del estudio. Esto permite comprender la razón por la cual los Neandertales y otras especies se acabaron extinguiendo.

"Vivir vidas más largas y saludables puede haber prolongado el período de aprendizaje juvenil y adolescente, que facilita y permite la acumulación de conocimiento. Esta es una característica noble de los humanos conductualmente modernos" han añadido los investigadores, que han apuntado que la creatividad pudo alentar la cooperación entre individuos para alcanzar el éxito.

Este trabajo es un ejemplo más de cómo el uso de técnicas de Inteligencia Artificial y un tratamiento de los datos sin ningún tipo de sesgo puede ayudar a resolver incógnitas sobre la evolución del ser humano.

Fuentes: Onda Cero, Granada Hoy

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