Como bien sabemos, nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo humano y de una importancia trascendental. Se trata de nuestra cubierta externa y su función básica es separar el organismo del medio ambiente. Se estructura en tres capas y las funciones de la piel son la protectora, termorreguladora, sensorial... Pero también debemos saber que nuestra piel constituye un entorno dinámico donde habitan y abundan numerosos organismos microscópicos como bacterias, virus, ácaros... que forman lo que se denomina microbiota de la piel. El equilibrio de este ecosistema, que en una persona es garantía de buena salud, se mantiene mediante gracias a varios mecanismos, como presentar cierto valor de acidez o la producción de antibióticos. En el caso por ejemplo de la bacteria Staphylococcus lugdunensis fabrica la lugdunina, antibiótico que retrasa el desarrollo del patógeno Staphylococcus aureus.
Katherine Lemon y sus colaboradores del Instituto Forsyth de Microbiología en Cambridge, EE.UU., han descubierto recientemente un nuevo antibiótico producido por las bacterias de la piel, en concreto en los folículos pilosos. El equipo estaba estudiando el genoma de Cutibacterium acnes, una bacteria muy común en la piel y en todo el intestino, cuando identificaron un grupo de genes que codifica una molécula cuya estructura se asemeja a la de un antibiótico conocido, la berninamicina. Este compuesto de la clase de los tiopéptidos es producido por la bacteria Streptomyces bernensis.
Tras aislar y purificar la molécula desconocida, a la que se denominó cutomicina, los autores ensayaron su aplicación en diferentes cepas bacterianas. El resultado fue que la cutimicina inhibe el desarrollo de varias especies de estafilococos, entre ellas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. Se trata de un dato esperanzador, ya que estas bacterias, que aparecieron en 1961, apenas dos años después del comienzo del uso de la meticilina, son ahora comunes en los hospitales y causan muchos casos de septicemia. Por el contrario, la cutomicina no ha mostrado ninguna actividad contra otros tipos de microbios cutáneos.
El estudio de examinar la piel de diversas personas reveló que la bacteria Cutibacterium acnes está especialmente adaptada a las condiciones de la base de los folículos pilosos, un entorno rico en lípidos. Aquí actúa a través de la cutimicina y mantiene a raya a los estafilococos. Tras estos resultados, estos investigadores piden que se aplique el nuevo antibiótico, o las cepas bacterianas que lo producen, para combatir las enfermedades causadas por estafilococos.
El estudio de examinar la piel de diversas personas reveló que la bacteria Cutibacterium acnes está especialmente adaptada a las condiciones de la base de los folículos pilosos, un entorno rico en lípidos. Aquí actúa a través de la cutimicina y mantiene a raya a los estafilococos. Tras estos resultados, estos investigadores piden que se aplique el nuevo antibiótico, o las cepas bacterianas que lo producen, para combatir las enfermedades causadas por estafilococos.
Fuentes: Investigación y Ciencia, Martiderm
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