VIRUS BACTERIÓFAGOS CAPACES DE MATAR BACTERIAS

 Hace cien años, algunas de las grandes empresas farmacéuticas vendían preparados a base de virus para tratar de combatir las infecciones bacterianas que hacían estragos cuando aún no había antibióticos. Felix d'Herelle, un médico que bautizó a estos microorganismos como bacteriófagos, devoradores de bacterias, los utilizó para tratar con cierto éxito a enfermos de cólera o peste bubónica y creó medicamentos virales que después comercializó.

Algunos resultados eran prometedores, pero las dificultades para aislar los virus y tratarlos para convertirlos en medicamentos hizo que muchos de estos productos fuesen de baja calidad y poco útiles.

La aparición de los antibióticos mucho más eficaces y sencillos de producir a escala industrial, hizo que muchos pensasen que las infecciones ya no serían un problema para la humanidad, sin embargo, las bacterias se han adaptado al uso masivo de antibióticos con una versatilidad asombrosa.

En la lucha contra la resistencia a los antibióticos, muchos científicos han estado tratando de desplegar virus bacteriófagos naturales que puedan infectar y matar bacterias. Ahora, ingenieros biológicos han podido programar bacteriófagos para matar diferentes cepas de E.coli de forma rápida al hacer mutaciones en una proteína viral que se une a las células huésped y que, además, tienen menos probabilidades de provocar resistencia en las bacterias.

Los bacteriófagos matan a las bacterias a través de diferentes mecanismos, y pueden atacar cepas específicas, lo que las convierte en una opción atractiva para superar la resistencia a múltiples fármacos. Sin embargo, encontrar y optimizar rápidamente bacteriófagos bien definidos para usar contra un objetivo bacteriano es un desafío.

La resistencia bacteriana continúa evolucionando y es cada vez más problemática para la salud pública. Los fagos representan una forma de matar a las bacterias, que es complementaria a los antibióticos, en lugar de tratar de reemplazarlos.

Los investigadores crearon varios fagos diseñados que podrían matar a E.coli cultivada en el laboratorio. Uno de los fagos recientemente creados también fue capaz de eliminar dos cepas de E.coli resistentes a los fagos naturales de la piel en ratones.

No se han utilizado bacteriófagos ampliamente para tratar infecciones porque encontrar fagos que se dirigen naturalmente al tipo correcto de bacterias puede ser un proceso difícil y lento.

Para hacer que tales tratamientos sean más fáciles de desarrollar, un laboratorio ha estado trabajando en "andamios" virales diseñados que pueden reutilizarse fácilmente para atacar diferentes cepas bacterianas o diferentes mecanismos de resistencia.

Fuentes: ABC, El País

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