INESPERADO ALIADO CONTRA EL CÁNCER

La investigación sobre el cáncer no ha cesado en los últimos años debido a la gran morbilidad y mortalidad que causa en todo el mundo. Dentro de las terapias convencionales destacan la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia. Esta última es una terapia biológica que se basa en la estimulación del sistema inmunitario de los pacientes oncológicos con el fin de conseguir una mayor supervivencia. Aunque se han obtenido muy buenos resultados con esta terapia, por ejemplo en el melanoma maligno, todavía existe un porcentaje muy alto de casos que presentan resistencia a ella.

Con el objetivo de incrementar el éxito de esta terapia, investigadores del Instituto Weizmann analizaron muestras de tejido metastásico de melanoma derivadas de 9 pacientes e identificaron 41 especies de bacterias que acompañan al tumor, comunes en todos los sujetos a estudio.

En el artículo publicado en la revista Nature, los autores concluyeron que las bacterias colonizan los tumores, proliferan dentro de ellos y modulan la función inmunológica. A pesar de que se desconoce el mecanismo exacto, creen que las bacterias de la microbiota tumoral ingresan en las células del melanoma, siendo sus péptidos presentados por las moléculas HLA I y II, y con ello activan una respuesta inmunitaria encabezada por los linfocitos T, capaz de combatir el tumor.


La importancia de este hallazgo radica en que, según la composición de la microbiota de cada individuo, este mecanismo de presentación tendría mayor o menor eficiencia y por ende, esto explicaría por qué la inmunoterapia tiene mejores resultados en unos pacientes que en otros. Si bien es cierto que los autores del artículo plantean que el estudio tiene ciertas limitaciones y esperan que investigaciones adicionales aporten nuevos datos que permitan entender el proceso con mayor exactitud. Asimismo, indican que desconocen por qué se da esta estrategia suicida del tumor que tanto nos beneficia.

Si en un futuro esta línea de investigación prosigue y se obtienen buenos resultados, se podría aplicar para mejorar la eficacia de la inmunoterapia en pacientes con melanoma e incluso ampliar las investigaciones a otros tipos de cáncer.

Fuentes: InvestigaciónyCiencia, Nature

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