La aparición de nuevas variantes del coronavirus ha provocado preocupación sobre su impacto en la efectividad de las vacunas y si las personas que estaban previamente infectadas podrían ser más susceptibles a la reinfección.
Los linfocitos T son células que pueden detectar al virus una vez que reingresa al cuerpo y pueden coordinar respuestas inmunes y hasta acabar con las células infectadas. Son uno de los mecanismos más efectivos que tenemos para evitar una reinfección por COVID-19.
Lo más curioso es cómo se hicieron las mediciones de los linfocitos T: el equipo utilizó péptidos de proteínas del SARS-CoV-2 para estimular la respuesta inmune. Se trató esencialmente de engañar al cuerpo de los pacientes para que los linfocitos T hicieran su aparición y luego se procediera a contar las células. Desafortunadamente no hay información suficiente disponible sobre cuánto más los linfocitos T sobrevivirán en el cuerpo, para evitar una posible reinfección.
Además es muy pronto para tomar los resultados de la investigación como concluyentes puesto que consiste en una prueba de apenas 100 pacientes, pero sin duda marcará el camino a la investigación sobre linfocitos T que tanto ha maravillado a la comunidad científica durante los últimos meses.
Fuentes: Xataka, El Confidencial
Un nuevo estudio publicado en Pubmed y retomado por Nature sugiere que quienes hayan tenido COVID-19 sintomático desarrollan a largo plazo una mejor respuesta de los linfocitos T, lo que resulta en menos posibilidades de infección respecto a una persona que haya tenido COVID-19 asintomático.
El estudio afirma que “las respuestas de las células T probablemente juegan un papel importante en el control de la infección por SARS-CoV-2, pero se han estudiado relativamente poco. Los datos ahora sugieren que la mayoría de las personas infectadas desarrollan una inmunidad de células T sólida y duradera”.
Los investigadores del estudio, liderado por Jiamin Zuo, encontraron una mayor proporción de linfocitos T en pacientes sintomáticos, a seis meses de su primera infección, que en quienes tuvieron infecciones asintomáticas. La respuesta de los linfocitos T fueron hasta 50% más altas en pacientes que padecieron COVID-19 sintomático respecto a los que no tuvieron síntomas.
Este estudio es tranquilizador, dijeron los investigadores del ensayo, ya que la mayoría de las personas que se infectaron seis meses antes, incluso si no experimentaron síntomas o síntomas leves durante la infección, fueron capaces de generar una respuesta inmune celular contra este patógeno.
Lo más curioso es cómo se hicieron las mediciones de los linfocitos T: el equipo utilizó péptidos de proteínas del SARS-CoV-2 para estimular la respuesta inmune. Se trató esencialmente de engañar al cuerpo de los pacientes para que los linfocitos T hicieran su aparición y luego se procediera a contar las células. Desafortunadamente no hay información suficiente disponible sobre cuánto más los linfocitos T sobrevivirán en el cuerpo, para evitar una posible reinfección.
Además es muy pronto para tomar los resultados de la investigación como concluyentes puesto que consiste en una prueba de apenas 100 pacientes, pero sin duda marcará el camino a la investigación sobre linfocitos T que tanto ha maravillado a la comunidad científica durante los últimos meses.
Fuentes: Xataka, El Confidencial
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