Una niña de tan solo cuatro años hizo uno de los más grandes descubrimientos que podría aumentar los cultivos de frutas y hortalizas en Estados Unidos, al descubrir dos colmenas de abejas sin aguijón que se creían una especie de insecto extinta en el estado de California
Annika Arnout es la joven promesa dentro del mundo de la biología al descubrir abejas sin aguijón en su vecindario de Palo Alto en California.
Logrando un hallazgo que muchos expertos y científicos hubieran deseado encontrar desde hace años atrás. Bajo el cuidado del biólogo Targe Lindsey, Annika Arnout se ha convertido en una naturalista experimentada en pequeños insectos. Y ahora, con tan solo 4 años, su gran hallazgo llegó hasta el Departamento de Alimentos y Agricultura de California con el Dr. Martin Hauser, un experto en biosistema de insectos.
Hasta el momento, Annika ha decidido no revelar la ubicación en donde encontró las abejas, ya que no
quiere divulgar “su lugar especial”. Sin embargo, su descubrimiento ya ha hecho que todo el Departamento de Alimentos y Agricultura se ponga a trabajar.
quiere divulgar “su lugar especial”. Sin embargo, su descubrimiento ya ha hecho que todo el Departamento de Alimentos y Agricultura se ponga a trabajar.
Solo las colonias de abejas sin aguijón sobrevivieron en Palo Alto durante ocho años. Sin embargo, después de ese lapso no se volvieron a ver hasta ahora que una niña de 4 años las encontró.
“Me sorprendió que Annika encontrara dos colonias y que todos los científicos no hayan encontrado ninguna”. Reveló el Dr. Hauser.
Incluso el Dr. Hauser admitió que no conocía la existencia de abejas sin aguijón en Brasil, hasta hace 20 años, cuando una persona de Palo Alto reportó una plaga de insectos. Richard Schimdt, envió unos ejemplares al Departamento de agricultura del condado.
Sin embargo, la especie no fue reconocida por lo que fue enviada a varios departamentos y expertos en el mundo. “Todos dijeron ‘¿Dónde las encontraste?’ y yo les dije en Palo Alto, finalmente se descubrió que era una especie descrita en el año 1900 por un investigador de abejas alemán.
Por el momento, las abejas sin aguijón no tienen nombre, pero se ha propuesto que se llamen como su descubridora: “Las abejas de Annika.
Fuente: Milenio
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