Una investigación española señala cómo las enfermedades neurodegenerativas limitan la capacidad de desarrollo y maduración neuronal.
El equipo de la bióloga María Llorens-Martín en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) había abierto un campo enorme en el estudio del cerebro cuando, hace año y medio, descubrió neuronas inmaduras en el hipocampo de adultos. La investigadora relata que ese hallazgo “sugeriría la existencia de un proceso de neurogénesis, que esas neuronas nacían durante la vida adulta”. El trabajo continuó para descartar que esas células fundamentales para recibir, procesar y transmitir información se hubieran generado al nacer y quedado en estado de inmadurez, como defendían muchos científicos. Ahora, la investigadora y su equipo han demostrado de forma definitiva, tras el estudio de 48 cerebros adultos (15 de ellos cognitivamente sanos), la existencia de células madre e hijas, que se dividen muy rápidamente (proliferativas), maduran y generan nuevas neuronas. Y las deficiencias en este proceso no son la causa de enfermedades neurodegenerativas, sino al revés: son estas dolencias las que limitan la capacidad de seguir creando neuronas. El estudio lo publica este jueves la revista Science.
Llorens-Martin ha cerrado con su descubrimiento una discusión de décadas sobre la neurogénesis en los adultos y ha abierto una enorme puerta al estudio de posibilidades terapéuticas para favorecer el mantenimiento de esta capacidad durante todo el ciclo vital: “Hemos podido reconstruir, por decirlo así, toda la vida de estas nuevas neuronas, desde sus células madre, que las generaron, hasta que se convierten en neuronas maduras. Eso, hasta ahora, no se sabía. Se conocía su presencia, pero no de dónde procedían”.
El equipo de la bióloga María Llorens-Martín en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) había abierto un campo enorme en el estudio del cerebro cuando, hace año y medio, descubrió neuronas inmaduras en el hipocampo de adultos. La investigadora relata que ese hallazgo “sugeriría la existencia de un proceso de neurogénesis, que esas neuronas nacían durante la vida adulta”. El trabajo continuó para descartar que esas células fundamentales para recibir, procesar y transmitir información se hubieran generado al nacer y quedado en estado de inmadurez, como defendían muchos científicos. Ahora, la investigadora y su equipo han demostrado de forma definitiva, tras el estudio de 48 cerebros adultos (15 de ellos cognitivamente sanos), la existencia de células madre e hijas, que se dividen muy rápidamente (proliferativas), maduran y generan nuevas neuronas. Y las deficiencias en este proceso no son la causa de enfermedades neurodegenerativas, sino al revés: son estas dolencias las que limitan la capacidad de seguir creando neuronas. El estudio lo publica este jueves la revista Science.
Llorens-Martin ha cerrado con su descubrimiento una discusión de décadas sobre la neurogénesis en los adultos y ha abierto una enorme puerta al estudio de posibilidades terapéuticas para favorecer el mantenimiento de esta capacidad durante todo el ciclo vital: “Hemos podido reconstruir, por decirlo así, toda la vida de estas nuevas neuronas, desde sus células madre, que las generaron, hasta que se convierten en neuronas maduras. Eso, hasta ahora, no se sabía. Se conocía su presencia, pero no de dónde procedían”.
Según explica la investigadora, “estas células madre proceden del hipocampo, la misma zona donde se encontraron las neuronas inmaduras. Es un área que se denomina giro dentado”. Para identificarlas, se habían utilizado distintos marcadores que podían identificar células madre, pero también astrocitos (células gliales), porque no eran específicos. El estudio de Llorens-Martín ha utilizado una metodología especial para visualizar las células madre neurogénicas y una combinación de marcadores que excluyen que esas puedan ser astrocitos.
La nueva técnica ha permitido observar morfológicamente las células dentro del giro dentado y sus deficiencias. Estos defectos en la neurogénesis, según el estudio, no son la causa de enfermedades como Huntington, párkinson, demencia con cuerpos de Lewy y demencia frontotemporal, sino que pueden ser la consecuencia de estas dolencias. “En el caso de la ELA [esclerosis lateral amiotrófica] se ven afectadas motoneuronas y en el caso del párkinson, neuronas de la sustancia negra. Están muy lejos del hipocampo y, por lo tanto, no podemos decir que estos defectos en neurogénesis sean la causa de estas enfermedades”.
Fuente: El País
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