EL AGUA DEL MAR COMO MEDICINA


Después de una larga pandemia con varios confinamientos todos hemos necesitado varias vitaminas que solo la naturaleza puede aportarnos así como la luz del sol o el agua del mar. 

En este caso, centraremos la atención en aquellos beneficios que el agua del mar puede aportarnos a nuestro sistema inmunológico, algo que ante esta pandemia resulta una de las cosas más importantes.

No obstante, que el agua del mar sea beneficiosa para el organismo no significa que podamos beberla. Beber agua del mar sin ningún tipo de tratamiento puede perjudicar la salud de manera considerable.

Según una investigación de la universidad de Alicante; las bebidas isotónicas o los sueros fisiológicos realizados con agua de mar son lo que podrían mejorar la respuesta del sistema inmune ya que benefician la proliferación celular en diferentes poblaciones de linfocitos además de tener un efecto sobre la hemoglobina liberada en el medio.

Este estudio llamado “Estudios in vitro para evaluar la actividad inmunomoduladora de la solución isotónica e hypertónica Quinton en células humanas de sangre periférica” manifiesta que el agua del mar activa el sistema inmunológico ejerciendo un efecto de protección, ya que refuerza el organismo frente a virus, bacterias, bajas defensas…

Antes de mencionar las palabras del doctor Sempere, hemos de tener en cuenta que el agua contiene gran cantidad de elementos minerales con efectos antioxidantes e inmunomoduladores como el silicio, selenio o zinc.

Según este doctor, los resultados se pueden obtener gracias a un test de proliferación in vitro; una de las pruebas que más se utilizan para analizar el efecto de fármacos sobre el sistema inmune, de este modo buscamos un posible efecto inmunomodulador.

 Este estudio nos confirma que los leucocitos cultivados in vitro producen la activación celular provocando una respuesta inmunológica y mostrando un incremento en la producción de las citosinas relacionadas con una activación de la inmunidad celular

No es una falsa afirmación decir que la playa nos beneficia, sin dejar a un lado que no es realmente una cura para cualquier enfermedad. 

No obstante, los iones positivos que perjudican nuestro bienestar al estar gran parte del tiempo en casa cerca de numerosos aparatos electrónicos se contrarrestan con la brisa marina y sus iones negativos ya que esto estimula la renovación celular y puede equilibrar el sistema nervioso. Es por esto la buena sensación que sentimos al estar frente al mar debido a las gotas de agua que caen sobre nuestra piel.

Sin embargo, la afirmación en este estudio del beneficio adquirido gracias al agua del mar en nuestro sistema inmunológico, no debe confundirse con otros mitos que han causado devastadores efectos en nosotros, los seres humanos.

Fuente: Deporte y vida, Tendencias, Hola.

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